El Aeroclub Villa Mercedes recuperó uno de sus aviones que estuvo abandonado durante una década: el Piper PA 38 “Tomahowk” volvió a sobrevolar el cielo de la ciudad y ya está a disposición de la Escuela de Vuelo con todas las habilitaciones que permitirán formar pilotos y entrenar a quienes lleguen desde otras localidades. La institución planea recuperar otros dos aviones en los próximos meses y fundar el primer club de planeadores de la provincia.
La rehabilitación demoró siete meses.
La institución aeronáutica que posee más de 70 años de historia está en vías de recuperar el prestigio y el equipamiento con el que supo contar pero que estaba abandonado. Desde el 2011 un grupo de personas comenzó a reorganizar el aeroclub y logró que nuevamente se habilitara la institución, la pista, la escuela de vuelo; y como meta esencial, la recuperación del parque aeronáutico. Así, el jueves pasado lograron habilitar la segunda de las cuatro aeronaves que poseen.
“Según los historiales de vuelo este avión no volaba hace 10 años. Es una aeronave de entrenamiento avanzado con un instrumental completo para volar radioeléctricamente, por instrumento y también para vuelo nocturno. Fue un día muy importante para nosotros porque estamos recuperando parte de lo que habíamos perdido”, aseguró Javier Darnay, presidente del Aeroclub Villa Mercedes.
La aeronave había sido enviada al taller habilitado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) en Río Cuarto, Córdoba, y el proceso para que vuelva al cielo no fue fácil. “Lo mandamos en julio del año pasado, pero como estuvo mucho tiempo parado los controles fueron muy exigentes y el proceso fue muy largo, hasta que nos avisaron que estaba listo el miércoles a la noche”, contó Darnay.
Un día después, el jueves pasado, el presidente del Aeroclub viajó junto al tesorero de la institución, Federico Carrasco, y el piloto comercial Federico Mizrahi. Estos dos últimos fueron los responsables de traer la aeronave hasta el hangar y marcar “un día histórico” con su recuperación.
“Es un avión de entrenamiento avanzado que, como está ahora, cuesta unos 70 mil dólares. Va a permitirnos mejorar la calidad de enseñanza para los alumnos que tiene la Escuela de Vuelo porque saldrán habiendo volado dos aviones diferentes: uno simple y fácil (el Piper PA-11 que ya estaba funcionando) y éste que es mucho más rápido y pesado y que permite otras prestaciones como por ejemplo volar de noche”, explicó Darnay.
Los miembros de la comisión directiva expresaron que la recuperación de esta aeronave dotará de mayor prestigio a la entidad, que es la única en la provincia que posee aviones propios, y podrá recibir a pilotos que vendrán a entrenar desde otras provincias como Mendoza y Córdoba.
Un nuevo horizonte
El Aeroclub ya cuenta con dos de las cuatro aeronaves recuperadas, pero en los próximos meses recuperaría el tercero que está en Paraguay y otro que está en plena etapa de trabajo y que permitiría fundar el primer Club de Planeadores en la historia de la provincia.
“Estamos trabajando para convertir nuestro Piper PA 12 en un avión remolcador, que pueda elevar planeadores. Eso nos permitiría ampliar la familia aeronáutica, y nos convertiría en uno de los mejores aeroclubes del país porque contaríamos con pilotos civiles o privados y también pilotos de planeadores”, adelantó Darnay.
Este avión, que también estaba abandonado, es un poco más grande que el PA11 con el que hoy se enseña a volar y actualmente está en plena etapa de recuperación y transformación: con el apoyo de la V Brigada Aérea se modifica el motor actual de 108 HP (caballos de fuerza) para convertirlo en uno de 150 HP que pueda remolcar planeadores.
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