Corrió casi 500 metros bajo el calor abrasador de la siesta del lunes, pero la Policía lo atrapó igual. El perseguido era un menor de 17 años, que minutos antes le había robado a una mujer que atendía un comercio en avenida Illia. El ladrón fue trasladado a la Comisaría del Menor y entregado a su madre horas más tarde.
Todo comenzó cerca de las 15:20, según detalló el personal de la Comisaría 1ª en un informe. El móvil 1-727, a cargo del inspector Marchán, recorría las calles del centro cuando se topó con una situación sospechosa. En la esquina de avenida Illia y Caseros, un joven salió corriendo apenas vio el patrullero.
El sospechoso, que vestía ropa deportiva y llevaba una mochila amarilla, dobló hacia calle Pedernera y recorrió tres cuadras hasta avenida Lafinur, donde dobló hacia el norte. Fue en ese momento que Marchán descendió del móvil y lo correteó a pie, hasta que lo alcanzó justo frente a un comercio de productos para mascotas.
Con el joven reducido, refuerzos policiales y dos testigos, los efectivos revisaron la mochila, donde hallaron una tablet marca Apple modelo Ipad con su correspondiente funda.
Luego averiguaron que el aparato pertenecía a una mujer de 67 años que atendía el “Kiosco Avenida”, en la plata baja del edificio Esperanza V, ubicado en la misma esquina donde el policía sorprendió al joven ladrón.
“No fue un robo violento. Mi mamá estaba sentada en una reposera con la tablet, dentro del local pero adelante del mostrador. El chico este pasó, la vio y se la arrebató”, contó Edgardo, hijo de la damnificada.
Cuando terminaron de revisar al delincuente, que tiene domicilio en el barrio Solidaridad pero que vive en el 500 Viviendas sur junto a una tía, un patrullero a cargo del inspector Franco Aballay lo trasladó a la Comisaría del Menor. “Mi mamá tuvo que esperar hasta las once de la noche para que le devolvieran la tablet, mientras que el pibe este pudo irse a la casa cerca de las 20”, se quejó Edgardo.
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