Según quedó asentado en el certificado de defunción, José Rafael Cabrera murió por una asfixia por broncoaspiración. Pero dos hermanos, Lucas y Ezequiel Cabrera, son sospechosos de haberle arrebatado la vida y las zapatillas a golpes al joven de 23 años, en el barrio 9 de Julio de San Luis, hace una semana. Los Cabrera no declararon en la indagatoria. Y la posibilidad de que lo hagan está supeditada, en principio, a los detalles que tengan de la causa de muerte del muchacho, dijo ayer Mirta Esley, quien asumió la defensa de los imputados junto al penalista Ricardo Gutiérrez.
Esley –quien fue titular del Juzgado del Crimen Nº 1, que investiga el caso– precisó que junto a su colega le pidieron al juez Sebastián Cadelago Filippi que se incorpore el informe de la autopsia, ya que en el certificado “sólo estaban consignados sus datos personal, la causa ‘asfixia por broncoaspiración’ y nada más. Otras veces (los médicos) registran más información. Dicen, por ejemplo ‘golpe efectuado con objeto contundente’”, ilustró la ex jueza.
Una fuente de la causa indicó el lunes que el muchacho vomitó, aspiró ese líquido y éste se le fue a las vías respiratorias, lo que causó la falla irreversible.
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