Otra vez fue desprolija la acreditación a los medios de prensa y periodistas que trabajaron en el Carnaval de Río en San Luis. En el palco de prensa estaba lleno de chicos, muchos de ellos hijos, parientes o amiguitos de periodistas. Obvio que lo único que hicieron fue estorbar. Incluso algunos niños lograron entrar al propio sambódromo mientras hubo periodistas a los que les negaron la credencial.
La falta de criterio fue tan grande que una radio local pasó un listado de casi 30 nombres acreditados. Después se lo vio al dueño de ese medio con sus hijos en pleno palco. La “frutilla” del postre apareció en las redes sociales donde un “afortunado” periodista acreditado decidió vender su credencial “Hola vendo una entrada pase acreditado, viene con la pulsera de acreditación, escucho ofertas!” rezaba el tentador anuncio que apareció en una cuenta de Facebook .
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