Vecinos del microcentro exigen más limpieza en los contenedores

Hace un mes y medio que empezó la odisea para los vecinos de la calle Maipú entre el pasaje Juan W. Gez y Bolívar, es que no saben qué hacer, para que les vacíen y laven los contenedores de manera más frecuente y no cada día de por medio como lo hacen hasta el momento. El olor nauseabundo que hay es impresionante, las moscas de todos los tamaños sobrevuelan y los que resultan perjudicados son el Centro Médico Pediátrico y los inquilinos del departamento ubicado al frente.

Personal de la clínica reconoció la falta de limpieza y el olor que emana el recipiente. Más que nada porque ellos reciben constantemente pacientes inmunodeficientes, a los que le puede afectar mucho ya que atienden en su totalidad a niños. Admitieron que elevaron notas al Municipio capitalino y no recibieron respuestas aún.

Jorge, inquilino del departamento que está frente al container, explicó que “el problema arrancó hace un mes y medio producto de la rotura de la patita que tenemos que pisar para que la tapa se levante. El olor es bastante desagradable, hay basura tirada a los costados que no se levanta hace una semana. Voy a hablar con los dueños del edificio para que presenten una nota ante las autoridades que correspondan para que nos den una solución. No podemos seguir de esta manera porque es una zona céntrica y esto da mal aspecto”.

A escasos veinte metros está otro recipiente de residuos, pero no en las mismas condiciones que el anterior. Se observa mucho más limpio y el nivel de desechos es poco, señal de que lo limpiaron y no hay olor en su interior. Hay una diferencia muy grande entre ambos containers, motivo por el cual los vecinos de toda la cuadra no entienden la diferencia entre uno y otro.

Debido a los reclamos vecinales, personal de recolección de residuos le contó a El Diario de la República que ”todos los días se debería realizar el servicio en el microcentro, pero hay lugares que no pasan porque los choferes de los camiones no completan el recorrido y hay veces que cuentan solamente con dos camiones". Uno es el que levanta los contenedores de  residuos y el otro es el que lava y desinfecta con un producto químico ‑continuó‑, que en este momento no lo tienen. Otro factor que complica el trabajo de los recolectores es la negligencia de la gente porque no sabe que no se pueden tirar escombros ni vidrios y muchas veces pasa, que se acciona el brazo del camión para levantar el recipiente y no logra dar vuelta para vaciarlo porque excede los kilos permitidos (acepta un volumen de seis metros cúbicos). Y muchas veces, también sucede por falta de mantenimiento a los móviles, ya que andan en funcionamiento dieciséis horas diarias, de lunes  a sábado y los domingos arrancan nuevamente a las 21; eso hace que se rompan muy seguido.

"Debemos arreglar los camiones rotos, ya que los que trabajan no cumplen con el servicio y no cubren con todas las zonas", dijo una fuente del servicio.