Por ola de robos, vecinos de calle Falucho piden más seguridad

Todas las casas de la calle Falucho, entre Illia y Bolívar tienen rejas, algunas reforzadas con cadenas y candados. Desde que empezó el año, en la zona ya ocurrieron cinco robos. El último fue hace tres días. Los vecinos dicen que la cuadra “empeora” los fines de semana con la apertura de los boliches. Piden botones antipánico, más iluminación y presencia policial.

“Hace más de diez años que trabajo acá. Esta calle era muy tranquila, pero con el paso del tiempo ha ido en decadencia. Primero fueron las peleas de borrachos que salen de los boliches y ahora son los que vienen de los barrios de abajo en dirección al centro. Pasan y ‘vigilantean’ todo. La mayoría del José Hernández. A nosotros nos robaron tres veces. Un par de personas, mezcladas con los clientes de siempre, abrieron la caja para sacar plata. Nada grave”, dijo Sergio, vendedor de una tienda de insumos de cartelería. 

Casi todas las personas que viven en Falucho son vecinos de toda la vida. Los demás son inquilinos de paso (estudiantes y solteros) que ocupan los tres complejos de departamentos que están en la calle. Los consultados por El Diario de la República contaron que la modalidad de robos cambió. Antes eran generalmente de noche. Ahora son por la mañana y en la siesta.

“Tuve que poner rejas e iluminación en todo el frente, porque me cansé de llamar a la Municipalidad para que lo hiciera. Sólo hay cuatro faroles en toda la cuadra y la oscuridad favorece a la delincuencia. El año pasado todos los robos fueron de noche. Ahora son en la mañana. El martes a la vecina del otro complejo le rompieron la puerta a las 11 y nadie vio nada”, contó Laura, dueña de uno de los complejos de alquiler. “Durante los días de semana tenemos que cuidar la casa y los sábados y domingos aguantar las peleas de borrachos que salen de Terraneo. En noviembre llamábamos a la Policía todos los viernes. Nunca venían. La única vez que aparecieron fue cuando hubo un tiroteo entre dos grupitos que salían de los bares”.

Enfrente de Laura vive Daiana. Las dos ventanas del frente de su vivienda tienen rejas, sin embargo eso no sirvió de nada. Los ladrones las arrancaron. “Nos robaron más que nada artefactos tecnológicos. Ahora pusimos celosías de un material más resistente. Pero ésa no es la solución. Tienen que poner más luz y vigilancia policial permanente. Los vecinos de la otra cuadra, pasando Bolívar tienen botones antipánico. Nosotros queremos lo mismo, por lo menos para sentirnos más protegidos”. 

Las alarmas vecinales

En setiembre del año pasado, funcionarios del Ministerio de Seguridad repartieron botones antipánico en el vecindario conocido como La Rinconada. La finalidad fue y es ampliar la seguridad en los barrios que más lo demandan

Los dispositivos, colocados en columnas, dan  aviso inmediato al 911 ante cualquier caso sospechoso. Además, emiten un potente aviso sonoro y permiten encender tres reflectores.

Las zonas donde funcionan son: Las Heras y  Pasaje Varela; Constitución y Bolívar; Tomas Jofré y Falucho; Falucho entre Las Heras y Bolívar y Pasaje Santiago del Estero entre Tomás Jofré y Las Heras. Los botones antipánico (se reparten veinte por cada alarma) poseen un alcance de 80 metros. Estas arterias fueron elegidas por la repetición de hechos delictivos.