Atletismo: Antonio Silio, la leyenda viva

Antonio Fabián Silio está a punto de cumplir 49 años y sus récords, dos décadas después, aún se mantienen inalterables en el mundo del atletismo. Es dueño de cuatro mejores marcas en Argentina y tres en Sudamérica.
El entrerriano, que se formó en Buenos Aires desde los 15 años y dio el salto de calidad cuando a los 22 se fue a España, ya vino a San Luis para prestigiar los tradicionales 10 Km. de Farmacia Los Álamos y ahora pasó por la provincia para hablar de su experiencia durante 25 años de atleta y su presente como entrenador y organizador de eventos.
Llegó por una invitación del atleta daractense Rosendo Barroso y para promover una fundación atlética.
Viendo videos de competencias de Silio, sobre todo el subcampeonato mundial de 1992 en la media maratón de Inglaterra, cuando llegó a metros del keniata Benson Masya y acribilló con un ritmo demoledor a un malón de atletas del continente negro, este Silio que ya pisa el medio siglo de vida y que hace docencia, se le parece en todo a aquel maratonista de elite. Habla sereno, convencido y remata las frases con certezas; así corría… imperturbable.
En el mundo, desde ese 1992, lo valoraron y aplaudieron todos. Igual, Silio prefiere decir que “nunca temas no ser conocido, teme no estar orgulloso de ti mismo”. 

—¿Esto es nuevo, Antonio, lo de hablar en público, dejar un mensaje?
—Es una experiencia nueva, he transitado mucho en esto y voy  contando mi vivencia a mucha gente. Son muy importantes los entrenadores, porque en atletismo se puede llegar a lograr mucho con pocos recursos, hay que superar la expectativa.

—¿Cómo te fue con los entrenadores y cómo ves hoy a los atletas?
—Agarré lo mejor de cada entrenador. Podés tener condiciones pero hay que tener un maestro, una guía y un trabajo a largo plazo. No hay otra. Hoy se está fallando porque no hay planificación, la gente quiere todo ya, ahora no hacen planificación para el año. Hay que tener un objetivo claro, prepararlo y hacer otras pruebas sólo como puesta a punto.

—¿Cuántas maratones (42 km) en el año se pueden correr?
—Dos maratones máximo; con dos o tres medias maratones en el medio. Pero planificadas.

—De todos modos hay una necesidad en los atletas de elite, al menos los de nuestro país, de correr seguido para compensar los gastos.
—Sí y es contraproducente correr todos los fines de semana. A veces por ganar dinero se pierde ganar una carrera importante, entonces hay que valorar qué es lo que se persigue.

—¿Hay estructura en el atletismo argentino para ver surgir a un Silio del siglo XXI?
—Las condiciones se pueden dar, hoy Federico Bruno es un talento que puede surgir, pero a los jóvenes hay que agarrarlos y mentalizarlos. Para tener buenos resultados el entrenador debe planificar y ser consejero, que no te oriente mal y te haga correr las carreras mínimas y bien.

—De tu época a este presente, ¿cambió mucho?
—Mirá, suponete que corriste en Merlo y el siguiente fin de semana en Concarán, y en las dos lograste algo de premio, entonces te entusiasmás y la planificación se fue al diablo, porque con tantas competencias no podés entrenar. Ahí perdiste. Antes no había tantas carreras, podías entrenar 4 o 5 meses a conciencia, y competir en carreras pero no para ganarlas, sólo como test.

—El atletismo argentino dio un paso adelante o uno hacia atrás7
—Ha ido en retroceso y voy a ser repetitivo, es en función de la no planificación. De esto se tienen que encargar las federaciones, darle becas para que no corran todas las carreras de calle, darles estímulos para que estén contenidos y no salir a buscar el premio que termina destruyendo la posibilidad de alcanzar el objetivo deportivo.

—¿Cómo ves a los dirigentes? 
—Esto lo hablé con la Federación Argentina y la verdad es que hay poco entusiasmo en los dirigentes; ahora viene una camada nueva, entró gente más joven con otra visión, ojalá cambie. Yo para organizar mi carrera deportiva me tuve que ir del país, eso debe cambiar.​

—¿Qué es lo mejor del atletismo? 
—Es la lucha personal. Si algo te falló, se te viene todo abajo. No es como un deporte colectivo, ésta es una competencia en la que se enfrenta uno contra uno mismo, sin mirar a los demás.

—¿Qué dirías del atletismo?
—Que es calidad de vida. Que te prepara para ser fuerte en la vida y sortear sus verdaderos obstáculos. Que aporta una dosis de positivismo y aumenta la autoestima al hacerte sentir bien física y mentalmente. Estoy convencido de que cuando uno termina su entrenamiento, toda la energía depositada queda en el camino. Por eso, quien corre o practica algún deporte tiene otra visión de la vida.