Villa de la Quebrada, el retrato de la fiesta

Reconocida como la convocatoria religiosa y popular más importante de la provincia, la festividad de la Villa de la Quebrada tiene su historia quieta. Fue el fotógrafo Rubén Carbonell quien recopiló las imágenes de las calles de tierra y calvario para una muestra que comenzará hoy.

La reunión de los trabajos de Carbonell conforma la nueva exposición de “Los ojos de La Vía”, el espacio fotográfico en el Archivo Provincial que contiene a su vez el ciclo “12 miradas x12 meses”, que tendrá durante todo el año a un reportero por mes.

“Es interesante que se hagan muestras como ésas, porque les da oportunidad a los fotógrafos nuevos y a los viejitos, como nosotros”, destacó Rubén, quien tiene una extensa trayectoria en medios periodísticos de la provincia.

La muestra se llama “Mirada a la Villa” y está compuesta por imágenes de archivo que pertenecen a la festividad del Santo de la Quebrada de 1986. Son fotos analógicas que Carbonell pasó a digital especialmente para la exposición.

“Quise mostrar el contraste entre lo religioso y lo comercial con la festividad. Eso se veía  venir en 1986 y quedó como una costumbre”, aseguró el reportero.

El detalle que destaca el artista gráfico es que hace un tiempo empezó a digitalizar su archivo de negativos y entre los temas que encontró, el de la festividad fue el que le pareció más interesante, sin darse cuenta la proximidad de esa fecha. “Seguramente trabajó el subconsciente”, aclaró sobre las 20 imágenes que se expondrán.

“Cuando uno saca fotos, todo le llama la atención”, dijo Rubén y señaló que la selección final se basó en el gusto propio. Las fotos expuestas son en blanco y negro porque en ese momento Carbonell era reportero gráfico del diario Puntal. “Son fotos que no había visto hace años”, se sorprendió.

Amante de la creación instantánea, Rubén fue juzgado por sus trabajos y también fue jurado en concursos fotográficos. Atento a seguir tras la lente de una cámara, durante algunos años fue camarógrafo de los canales de cable de la ciudad.

Es la primera vez que Carbonell accede al espacio visual “Los ojos de La Vía” y está contento por compartir la sala con el prócer de la fotografía sanluiseña. “Estas muestras mantienen viva la actividad en el museo, que tiene un archivo en buen estado”, opinó, ya que para él, el clima sanluiseño pudo mantener las placas. Respecto a don José, lo que más admira el fotógrafo es la variedad temática que tenía. “Fue uno de los pocos fotógrafos de aquella época y hacía de todo: sociales, deportivos, policiales, política, hasta trabaja para medios de Buenos Aires. Andaba para todos lados con su cámara”.

Sobre las nuevas formas de encarar la tarea fotográfica, Rubén dijo estar muy ocupado en el traspaso de formato de sus imágenes. Para él, el trabajo de revelado era puramente artesanal y lo bueno de la cámara digital es que en el momento se ve la foto, por lo que puede medir su trabajo en vivo. Otro avance es la cantidad de fotos que se pueden sacar. "Con un pendrive o un disco externo ya se puede llevar un álbum. Antes era engorroso”, agregó.