Debido a las intensas lluvias caídas en algunas regiones y a la existencia de zonas anegadas e inundadas, la población debe seguir una serie de recomendaciones a fin de extremar las medidas de prevención para evitar contraer enfermedades que se transmiten de los animales a las personas (zoonosis).
Tras una inundación, hay que beber agua embotellada o hervida durante tres minutos. No consumir alimentos que perdieron la cadena de frío por cortes de electricidad.
Las inundaciones ocasionan graves problemas sanitarios y constituyen un escenario propicio para la multiplicación masiva de los vectores de enfermedades, como roedores y mosquitos. Además, la falta de agua segura, la mezcla del líquido que inunda las viviendas con las aguas servidas, la materia fecal y los materiales orgánicos en descomposición, el hacinamiento y las escasas condiciones higiénicas que provocan, son factores de riesgo importantes.
Entre las enfermedades que se ven favorecidas por estas condiciones climáticas están el dengue, fiebre amarilla, leishmaniasis, leptospirosis y chikunguña. Ante esta grave situación, hay que adoptar medidas preventivas. Beber siempre agua segura, preferentemente embotellada, o en su defecto hervida al menos durante 3 minutos o tratarla con 2 gotas de lavandina por cada litro y reposada por 30 minutos antes del consumo.
El agua de la red domiciliaria también se debe tratar ante el peligro de una eventual contaminación del sistema de distribución y de los tanques cisternas. También se debe utilizar agua potable o potabilizada para efectuar la limpieza de los utensilios empleados en la preparación y consumo de alimentos.
No hay que consumir alimentos ni medicamentos que hayan estado en contacto con el agua de la inundación. Y hay que desechar los que hayan perdido la cadena de frío debido a cortes en el suministro eléctrico. Lavarse muy bien las manos con jabón y agua potable o potabilizada antes de preparar o comer, después de ir al baño o de limpiar objetos y superficies que estuvieron en contacto con aguas de la inundación.
Conservar los alrededores de las casas y los corrales libres de basura y escombros y combatir la presencia de roedores. Usar siempre calzado al caminar sobre tierra húmeda y botas altas en zonas inundadas o al atravesar aguas estancadas. Usar guantes al realizar tareas de desmalezado o cosecha.
Una vez que bajen las aguas, eliminar aquella que haya quedado estancada. Desechar de forma segura los animales muertos y todos los objetos que hayan sido afectados y puedan servir de refugio a roedores, mosquitos y otros insectos. Protegerse de las picaduras de insectos vistiendo pantalones y remeras de manga larga, usando repelente sobre la piel expuesta y sobre la ropa (repitiendo la aplicación cada 3 horas), y colocando mosquiteros en puertas y ventanas.
Vacunar contra la leptospirosis y desparasitar al ganado y a los perros, y consultar al veterinario respecto al plan más adecuado. También ante cambios de comportamiento y/o alteraciones en la salud de los animales.
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