El precio del tomate se incrementó en los últimos días en un 50 por ciento. Los consumidores puntanos se encontraron con la sorpresa de que el perita pasó de los $12 los $18 y que el redondo de los $15 a los $22 (en algunos comercios incluso trepa hasta los $35). Según informan los comerciantes, el aumento es consecuencia de un descenso en la producción en las provincias vecinas de Mendoza y San Juan, de donde proviene la mayor parte de verduras que se venden en el mercado local.
“El clima es unos de los factores determinantes en este tipo de productos. Las heladas que cayeron en Mendoza disminuyeron la cantidad de tomates que esa provincia provee normalmente a San Luis. Entonces ahora deben ser traídos del norte, que queda más lejos y eso es lo que sube el precio”, explicó Omar, dueño de una verdulería ubicada en la avenida España.
La verdura que llega a los locales puntanos proviene de Salta, Jujuy y Tucumán. Pero el tomate no es lo único que aumentó en la ciudad. También se registraron subas en el precio de los zapallitos verdes, (antes costaban 12 pesos el kilogramo ahora 20 pesos) y el choclo (pasó de 3 a 5 pesos).
“Primero aumentó el tomate, siguen los pimientos, las berenjenas y las chauchas que en esta semana seguro que también suben. En cambio, las verduras de hojas verdes, como lechugas, bajan de precio para esta época”, aseguró Carlos, un verdulero que trabaja en un supermercado.
El incremento en el valor del tomate implicó un descenso de la demanda. “Esto va a durar unos 15 días. Las ventas no están muy buenas y cuando vemos que la mercadería no sale empezamos a ofertar, si no perdemos todo”, reconoció Luis, otro comerciante del centro de la ciudad.
Con los precios inflados la gente busca otras alternativas a la hora de comprar. “En casa cambiamos la ensalada criolla por una de repollo. Le buscamos la vuelta, hoy en día no podés comprar todo lo que necesitás”, comentó Norma, ama de casa.
“Recién me enteré de que aumentó el tomate. Me llevo dos porque me parece una locura lo que aumenta todos los días” afirmó Susana, mientras compraba.
Alternativas
Existen algunas alternativas que pueden amortiguar el efecto estacionario que experimenta el valor del tomate. Una de ellas es el "interplanting", un sistema de cultivo holandés que se puede implementar sin problemas en el espacio de una huerta hogareña.
Se trata de la intercalación de dos plantaciones de tomate, lo que permite dos ciclos cortos de cultivo. El productor así recoge tomates durante un largo período de tiempo.
Por ejemplo, a la plantación de primavera le sigue de verano o bien, una plantación de verano seguida de una de otoño. Así se puede evitar el faltante en algunas verduras por cuestiones estacionales.
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