Los casos de violencia de género y familiar no dan respiro en Villa Mercedes. Durante los fines de semana la Comisaría del Menor recibe denuncias de mujeres víctimas de violencia con un factor casi infaltable: la ingesta de alcohol.
Este domingo hubo dos denuncias que quedaron registradas: en la primera Belén Lucero denunció a Gastón Aníbal Leguiza, su pareja con el que vive hace 12 años y con el que tiene 4 hijos, por golpes y amenazas con un cuchillo.
En su denuncia Belén le contó a la Policía que Leguiza regresó ebrio y enfurecido a su casa. Empuñaba un cuchillo de gran porte, rompía a su paso cualquier objeto que encontrara e insultaba a los gritos.
Segundos después la tomó de los pelos dispuesto a herirla con el arma blanca y se calmó al ver a uno de sus hijos llorando y pidiéndole que no lastime a su mama según describe el parte policial.
La Policía llegó al domicilio, trasladó al hombre a la Comisaría y le secuestró el cuchillo. Quedó detenido por averiguación de antecedentes.
La segunda denuncia fue hecha por Natalia Brandana que denunció a su pareja Ángel Barrionuevo que, según denunció, la golpeó con los puños primero y con un palo después y le abrió una herida en la cabeza.
Según el relato de Brandana, su pareja llegó por la noche ebrio y comenzó a golpearla porque no le había contestado un mensaje de texto. Despertó a dos hijos de la mujer que viven con ellos y a uno lo mandó a que se quede afuera de la casa y al otro a que le sirviera vino. Más tarde tomó el palo de escoba y los golpeó a los tres.
La Policía llegó a la casa de la pareja y cuando todo parecía serenarse, Barrionuevo tomó a la pequeño hijo de un año y dos meses que tiene junto a Brandana y se atrincheró en la casa insultando a los uniformados. Poco después fue reducido y llevado al destacamento policial.
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