Una pista clave puede permitir una brecha de luz en la neblina que reina sobre la muerte de Alberto Nisman, ya que se comprobó que se borraron archivos de la computadora del fiscal, y que por lo menos diez veces se ingresó de manera remota a la notebook para cambiarle el horario y la fecha.
Además, y para evidenciar la sustracción de información, un informe confirmó la presencia de un virus troyano en su teléfono celular y el borrado de información también en estos aparatos.
Un informe que publicó el matutino Clarín, expuso que los expertos designados por las partes, Gustavo Presman (por la querellante y ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado) y Marcelo Torok (por la defensa de Diego Lagomarsino), y los técnicos de la División de Cibercrimen de la Policía Metropolitana que trabajan en el análisis de las computadoras y teléfonos del fiscal, advirtieron que la información borrada es anterior al 18 de enero, el día en que encontraron muerto a Nisman.
Asimismo, señalaron que una de las hipótesis que manejan es que los archivos pueden haberse eliminado cuando se ingresaron simultáneamente tres pendrives a la notebook Samsung que hallaron encendida en el cuarto de las hijas de Nisman, el domingo 18 de enero a las 20:07, cuando el fiscal ya había muerto al menos hacía ocho horas.
También destacaron que tanto la eliminación de información de la notebook como de los teléfonos no fue una operación de borrado simple, sino que se utilizó un software específico para hacerlo.
El informe llega en medio de una serie de elementos que se dieron a conocer en las últimas horas.
Por ejemplo, el accionar de los peritos que intervinieron en el departamento del fiscal y que, dado a conocer a través de un programa televisivo, fue catalogado por especialistas en criminología como un operativo "muy pobre y lamentable".
"Que la gente no haya usado guantes será casi lo de menos: limpiaron un arma con papel higiénico, pisotearon todo, y apoyaron las balas donde después con la luz (ultravioleta) se iba a analizar si había o no sangre", cuestionó el vicepresidente del Colegio Argentino de Peritos Médicos, Ernesto Duronto.
En declaraciones radiales, el docente de la Universidad Favaloro tildó de "terrible" que se haya limpiado la pistola Bersa con papel higiénico: "Se borró todo. No sólo se saca la sangre, sino también que el papel va borrando las impresiones que podía haber en el arma. (El perito) Dejó todo limpio, sería lo mismo que actuar como un sicario".
"Para nosotros, los peritos médicos legistas, la escena del crimen es igual que un quirófano. Así como se toman las medidas extremas para operar a un paciente, lo mismo y mucho más todavía, para que no quede anulado nada, se debe emplear en el lugar del crimen", explicó Duronto sobre los procedimientos.
Por su parte, el criminólogo Claudio Stampalija consideró que "se rompió el protocolo federal de preservación de la escena del crimen".
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