Denuncian a una familia por abandonar a una anciana

En los papeles Herminia Pereyra cumplirá 100 años el 18 de julio, pero ella asegura que son 104 y espera ansiosa que en el geriátrico en el que vive se lo festejen. La abuela llegó a la institución “Joaquín Santa Ana” de Naschel el 30 de diciembre del año pasado. “La trajo su sobrina Nora Pereyra, quien reside en la localidad de Las Aguadas. La dejó, pagó el primer mes, y a partir del segundo no lo hizo más. La llamamos porque necesitaba pañales, pero nunca los trajo; volvimos a comunicarnos porque necesitábamos medicación y tampoco se acercó”, afirmó la dueña de la institución, Noelia Nogueira, quien denunció en la Comisaría de Concarán a la familia de la anciana por haberla abandonado. 

"La abuela es hermosa, está en su silla de ruedas, no molesta, ni es agresiva”.

“Me pidieron que me presente al Juzgado con la historia clínica, pero no pasó más nada”, agregó Nogueira, quien aseguró que la última vez  que habló con Pereyra, le respondió que no tenía dinero para pagar la cuota y manifestó que quien debía hacerse cargo de la abuela era el Gobierno. 
“Lo que a mí me preocupa es que no aparece nadie de la familia, no vienen a visitarla, ni la llaman para ocuparse de que no le falte nada. Herminia es buenísima y muy tranquila. Está en su sillita de ruedas y no molesta, no es agresiva y a veces uno la mira y la percibe como ida. Un plato de comida o una atención, un cariño, a mí no me hace más rica, ni más pobre, pero la actitud de la familia duele bastante. Que lleguen hasta el pueblo y no le den una vueltita es inentendible”, explicó Nogueira y agregó que desde que la anciana ingresó al geriátrico aumentó siete kilos.

La titular de la institución contó que viajó a San Luis para averiguar si Herminia tenía cobertura de ProFe. Dijo que al llegar a la mutual habló con las asistentas sociales. “Me atendieron muy bien y me dijeron que pasara las facturas para hacerse cargo de una parte de la cuota. Entonces quedamos de acuerdo con un sobrino, Víctor Ochoa, en que iban a pagar el resto. También acordamos que en el caso de que la abuela falleciera, ellos se harán cargo de lo que corresponde, pero si no la disfrutan ahora que está viva y nadie se hace cargo de ella, menos lo harán. La abuela no tiene a nadie”, expresó y agregó que por estos días la abuela  está enferma y hay que comprar antibióticos y pañales. 

Nogueira dijo que Herminia sabe su nombre, se acuerda de que tiene sobrinas, que ella es de Las Aguadas, que tiene animales y campo, que pregunta por sus sobrinas “Purita” y “Norita”. 

“A veces la noto desorientada en tiempo y espacio. A mí no me cuesta nada estar con ella, pero me da bronca la actitud de la familia, se lavan las manos. No se acercan ni a llevarle una galletita a la abuela. Es bastante difícil todo. Incluso si le pasa algo… ¿quién se hace cargo?”.

El geriátrico “Joaquín Santa Ana” actualmente tiene alojados diecisiete abuelos. El precio de la cuota varía de acuerdo a cada necesidad. La institución cuenta con un equipo de profesionales que atiende a los viejitos. “La historia clínica de Herminia está actualizada, tiene un médico que la dirige, kinesiólogos, nutricionistas, un enfermero y rehabilitación. Tiene todo. Por eso el geriátrico no recibe el pago, y necesitamos mantener los servicios”, concluyó Nogueira.