Chicos de la Escuela 211 de Cerro de Oro pintan la terminal

La suma de voluntades, pero sobre todo las ganas, le están cambiando la cara a una zona de Merlo que necesita una renovación. Los taxistas que tienen su parada en la vieja terminal de la villa pidieron un mural y los chicos de la escuela de Cerro de Oro, impulsados por su profesora de Plástica, se prendieron en la idea.
Los alumnos del tercer año de la escuela Nº 211 “Irma Romero de Pacheco" transitan desde hace poco más de un mes los tres kilómetros que los separan de Merlo para compartir su arte colorido. Son treinta y dos estudiantes dirigidos por la profesora Karina Pereira y convocados por el área de Cultura municipal, donde los taxistas pidieron la gestión del mural.
“La idea nació el año pasado -explicó la profesora de arte- pero este año recién la concretamos. Encantados aceptamos porque cuando sacamos los chicos del ámbito escolar para interactuar con la comunidad, a través de un hecho artístico, hay muchas cosas en juego: la participación y que se sientan protagonistas de una impronta artística que llevará sus nombres”. Además los taxistas, que los acompañan en todo el proceso creativo, se sienten muy felices de que sean los adolescentes quienes hacen el mural. Desde el Municipio, su secretario Víctor Hugo Cortez y Bibiana Ripari aportaron su voluntad.
La obra de más de veinte metros no es un relato lineal sino que han plasmado, con imágenes caricaturescas, taxis del pasado, el presente y lo que suponen serán en el futuro. Previo al trabajo en la vieja terminal, los alumnos y su docente hicieron los bocetos, mientras se gestionaba la entrega de la pintura que fue donada por una empresa. “Los chicos pensaban estas imágenes de los taxis, yo les ayudé a plantear distintos planos y fuimos ubicando los dibujos”, explicó Pereira.
De acuerdo a lo avanzado, suponen que tendrán un par de encuentros más para terminar el mural, siempre que el tiempo los acompañe porque hubo que suspender algunas jornadas por lluvia y frío.
Las clases de Plástica se mudaron a la calle Coronel Pringles, aunque con el apoyo del resto de los profes, y mate de por medio, hay veces que los módulos son intensos y duran más de cinco horas. Hay permiso para escuchar música y para exhibir la creatividad de estos chicos que viven en Cerro de Oro y Merlo.
La profesora está convencida de lo mucho que puede conseguir con este tipo de acciones externas al aula. “Me interesa trabajar con adolescentes porque es una franja etaria muchas veces de muy poca atención por parte de la familia y la sociedad. El arte y el deporte pueden conseguir que sus corazones se abran y la creatividad surja de otra manera”, confió la dedicada profesora.
Durante el último Encuentro de Pintores Paisajistas en Merlo, la titular del área Educación del Museo Nacional de Bellas Artes, Mabel Mayol, que participó como invitada, reconoció la responsabilidad de los docentes en la formación, o no, de las inquietudes artísticas en los chicos. Cerro de Oro y su docente quieren cambiar las estadísticas y en ese mismo encuentro obtuvieron un premio por su intervención. “En esa ocasión participamos con nueve chicos de primer año y una de segundo. Les sugerí que se salieran de los motivos reales del paisajismo y que jugaran con la imaginación. Hicieron un paisaje más colorido y ganaron”, explicó Pereira. Y agregó: “Hay quienes prefieren acotarse a los programas que propone la estructura curricular, pero nos ha dado buenos resultados salir de esa línea”.