“Después de tantos años de sacrificio, uno puede festejar haciendo teatro”, destacó Adriana Bazzano, directora del grupo de Teatro Independiente Mercedes (TIM). El sábado a la noche, la “familia de artistas locales” celebró los 16 años de la sala ubicada en San Martín 466 con una cena en el salón.
Si bien el aniversario fue semanas atrás y los festejos tuvieron que esperar un poco, fueron a lo grande. El primer regalo que el elenco compartió con el público que los sigue noche a noche, y otros que se suman en el camino, fue “Mujeres”, un conjunto de monólogos que hizo reír a carcajadas a los espectadores. Después de la presentación, prepararon una larga mesa para compartir empanadas, vino y una olla de locro caliente para combatir la noche fría.
“Estamos muy contentos de poder celebrar de esta manera. Son años de esfuerzo y todo lo logramos nosotros solos cuando comenzamos hace 30 años. Luego recibimos la donación del espacio, fuimos armando la sala de a poco y al tiempo recibimos un subsidio del Instituto Nacional del Teatro. Pudimos comprar el lugar porque fuimos reconocidos por la continuidad, la tarea y la trayectoria. Ahora seguimos haciendo teatro para mantenerlo”, narró Adriana Bazzano.
Los actores que pertenecen al elenco desde los primeros días, recordaron cómo fueron los momentos previos a adquirir el espacio en 1999 y que estrenaron con la obra “Té de tías”.
“El TIM actuó hasta en la ex cárcel que estaba en la calle Balcarce y Ayacucho. Donde se les pueda ocurrir estuvimos, desde escenarios espectaculares hasta actuar al aire libre con tierra y viento. Es todo un trabajo pero para seguir en el teatro hay que saber que la única estrella es el público”, consideró la actriz Graciela Cony.
“Pasamos de todo y con mucho sacrificio, desde entonces no se ha detenido, el grupo estrena entre tres y cuatro obras por año y jamás paramos. Para nosotros, el TIM es una institución que hay que tener siempre en alta. Lamentablemente aún hay gente en la ciudad que no sabe que se hace teatro o que hay una sala. Pero de eso también se trata, continuar para difundir el arte”, agregó la intérprete.
Anita Zárate, otras de las integrantes que forma parte de la “familia” desde hace 12 años, destacó que “lo hacemos a pulmón, los viajes, las giras, el mantenimiento. Este lugar es nuestra casa y hacemos todo lo posible para seguir con nuestra actividad. Lo hacemos con energía y voluntad pero sobre todo compañerismo, porque sin eso no lo podríamos hacer”.
Durante los dulces dieciséis, el espacio fue reformado y mejoró con el paso del tiempo. Actualmente la sala cuenta con todas las comodidades y una capacidad para recibir a ciento cincuenta personas.
A su vez, se convirtió en el hogar de niños, jóvenes y adultos que eligen el arte escénico como una manera de vivir y donde participan de talleres.
En los últimos meses, el TIM agregó un espacio para personas con capacidades diferentes. “Forma parte de nuestros objetivos, no sólo de hacer un teatro popular para que todos puedan disfrutarlo, sino también que sea integrador con todo aquel que quiera y venga a aprender”, concluyó Adriana Bazzano.
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