Con una velada, empiezan a celebrar a San Cayetano

Mañana es el día de uno de los santos más populares del país, San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. En las vísperas de su celebración, hoy habrá una misa a las 19 en la ermita que lleva su nombre y a la medianoche se realizará una velada de gala, con una banda de folclore y fuegos artificiales.

“Como todos los años, transitamos la novena, es decir, en estos nueve días previos nos hemos juntado para celebrar la misa del rezo del Rosario a las 18 y a las 19 la de la Santa Misa”, dijo el padre David Picca.

Las misas para los devotos se realizan en la ermita de San Cayetano, ubicada en la esquina de las calles Yapeyú y Tomas Jofré. Mañana a las 16 se hará la actividad central con la misa y procesión por las calles de los barrios y la bendición de los panes. Quien no pueda asistir a ese horario, tendrá las opciones de participar en las misas de las 8, 11 y 20.

“Acuden por lo que hace San Cayetano en la providencia divina en el trabajo y el pan de cada día. Por eso, el lema que elegimos este año es ‘Jesús, danos el pan nuestro de cada día’.  Esto en un sentido teológico y de catequesis porque él es un gran santo y todos les tenemos una devoción, pero nunca es más que Dios. Es un intercesor ante nuestro señor, un amigo si no, sería idolatría”, expresó Picca.

Según el párroco de la Iglesia del Carmen, la fiesta capitalina tiene una gran convocatoria. "Cada 7 de agosto asisten entre 2 mil y 2.500 personas al acto central y la peregrinación", aseguró y aclaró que  “durante el período de la novena, la asistencia es mucho menor. Después de las 18, cuando termina la misa y hasta las doce de la noche la gente comienza a disgregarse y hay continuo movimiento de la gente”.

Un santo italiano

San Cayetano nació en Vicenza, el 1º de octubre de 1480. “Era un hombre de bien, abogado y que llega a ser sacerdote. Trabajó en el sur de Italia, ayudando a los enfermos en la calle, los asistía con los sacramentos y con todo lo que necesitaran. Como era un hombre de bien, supo ayudar a familias para que puedan adquirir los medios de trabajo, progresar en su vida y tener el sustento diario. Todo esto fue para contrarrestar lo que pasaba con los prestamistas, que habían impuesto la usura y no dejaban crecer a la gente. Por esa filosofía, se introduce en nuestro país, con la inmigración italiana como el patrono del pan y trabajo”, relató Picca. Murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547.