Quieren prohibir el uso y la venta de pirotecnia en la ciudad

La Municipalidad de San Luis busca prohibir la fabricación, comercialización, almacenamiento,  transporte, distribución y el uso de pirotecnia en la ciudad. La razón responde a "los efectos nocivos que causan a la salud de las personas y los animales". El proyecto de ordenanza fue presentado en el Concejo Deliberante por Germán Ponce,  edil de Kolina e hijo del intendente Enrique Ponce. Si la norma se aprueba (ya ingresó a la Comisión de Seguridad), la capital se convertiría en  la quinta localidad de la provincia en la que rige esta clase de veda.

La legislación define como  “artificios pirotécnicos” a todos aquéllos destinados a "producir efectos visibles, audibles o mecánicos mediante mecanismos de combustión o explosión". Pero la prohibición tiene sus excepciones: no será aplicable en celebraciones de "interés general". En ese caso, habrá que contar con una previa autorización municipal, y estar en regla con lo que establece el Registro Nacional de Armas (Renar). Además, los fuegos artificiales deberán ser manipulados únicamente por personas capacitadas y en áreas definidas.

También quedará excluida de la veda la pirotecnia que es utilizada para señales de auxilio y emergencias, o para su uso por las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Defensa Civil.

La legislación a tratar propone que la Intendencia realice campañas destinadas a informar y crear conciencia en la población sobre los peligros que implica su mal uso en las  personas, los animales y el medio ambiente. En el proyecto presentado en el Concejo  fueron adjuntadas notas  de este medio para recordar las jurisdicciones en las que ya rigen ordenanzas que  impiden el uso y la venta de pirotecnia.

“Con la prohibición, se reduce a cero el riesgo de accidentes, incendios y las enormes molestias a la población y animales domésticos de la ciudad. Las lesiones por trauma acústico son irreversibles. Un cohete que explota cerca provoca un ruido que supera ampliamente los noventa decibeles, que es el límite aceptable en materia de salud sonora. Luego de los ciento veinte decibeles, y la mayoría de los productos de pirotecnia los supera, el ruido causa dolor en el oído y lo lesiona a nivel nervioso”, explicó el edil.

Ponce aclaró que los accidentes con fuegos artificiales no dependen de la mayor o menor peligrosidad de los elementos, sino de las condiciones de su uso. Reconoció que a pesar de la regulación específica que aplica el Municipio sobre la venta, control y medidas de concientización, aún se producen accidentes, sobre todo en niños y adolescentes. “Para las festividades de fin de año se generan molestias, ruidos y trastornos que convierten a ésta en una ciudad poco solidaria, que afecta la calidad de vida de sus habitantes”, aseguró el autor del proyecto.

En todos los bloques  del Concejo Deliberante, al menos entre los  ediles que integran la Comisión de Seguridad, Higiene y Salud Pública, parece haber consenso para el tratamiento del proyecto.  El representante de Compromiso Federal, Marcelo Amitrano, resaltó que se trata de “un tema interesante”. La presidente del Frente Progresista Cívico y Social, Claudia Rocha, consideró que es buena la idea para así “para prevenir accidentes y ruidos molestos".

Por  la misma senda también se manifestó el integrante del Frente para la Victoria, Gustavo Rojas. “El proyecto entró la semana pasada y me parece una buena medida. Sabemos que últimamente las estadísticas de heridos por pirotecnia bajaron. Hay mayor conciencia por parte del ciudadano, pero también está bueno regularlo con ordenanzas para que quede todo legislado”, opinó el concejal comunista.

Más allá de los intentos por prohibir la pirotecnia, las estadísticas de accidentados parecen indicar un mayor nivel de concientización entre los puntanos, con muy pocos accidentes registrados para Navidad y Año Nuevo. 

La última jurisdicción de la provincia que aprobó una ordenanza para vedar  la venta y el uso de fuegos artificiales fue Villa Mercedes. El Concejo Deliberante aprobó por unanimidad la legislación en diciembre del año pasado.