El gobierno británico prohibirá a partir del año próximo, la concesión de fumar en las cárceles. Inicialmente, la medida comenzará a aplicarse en Gales y en cuatro prisiones inglesas desde enero.
Así lo determinó un veredicto de la Alta Corte británica, que falló a favor de un preso que se quejó molesto por el humo que generan otros internos.
El secretario de prisiones, Andrew Selous, explicó este martes que la prohibición se implementará progresivamente por la alta proporción de fumadores (que llega a un 80 por ciento), en la población penitenciaria, como así también por “la particularidad de los lugares”.
Para contrarrestar el impacto de la medida, el Ejecutivo británico distribuirá cigarrillos electrónicos y se brindará ayuda a los presos que deseen dejar el consumo de tabaco.
La asociación de defensa de los presos, “Prision Reform Trust” (“Fundación de reforma de las cárceles”), lamentó que se impida a los internos fumar en espacios exteriores.
Existen otros antecedentes de cárceles donde actualmente está prohibido el cigarrillo. En una prisión de Melbourne, Australia, hubo un motín en julio en protesta de la aplicación de una medida similar.
NA.
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