El consumo de carne no repunta y los puntanos compran sólo lo justo

Después del cimbronazo por la suba de los precios a finales del año pasado, los consumidores “ven la vaca y lloran”. Así lo aseguraron los comerciantes de las carnicerías de la ciudad. Dicen que las ventas no repuntan a pesar de que en enero las carnes bajaron   hasta un veinte por ciento su valor. En algunos negocios dedicados a la distribución de lechones, cabritos y corderos indicaron que vendieron un treinta y cinco por ciento menos que en el mismo período del año 2015.

“La gente cuida el monedero. Hoy en día no cualquiera puede hacerse un asado todos los fines de semana porque la plata no le alcanza para todos los gastos”, indicó José Cabrera comerciante del rubro. En noviembre pasado el rubro sufrió el aumento más significativo del año. En una semana los precios subieron tres veces, y alcanzaron el treinta por ciento en los primeros días de diciembre.

Para degustar de la carne a la parrilla se debe considerar entre 500 gramos y un kilo por persona, más las ensaladas y la bebida. A un promedio de cien pesos por kilo, que es valor actual en el mercado local, un asado para cinco personas supera los quinientos pesos. Aún así algunos negocios señalaron que este corte es el que más se vende.

“Depende mucho de la altura del mes, siempre se vende más cuando estamos más cercanos a la fecha de cobro de los sueldos. Igualmente lo que menos afloja es la venta del vacío,  corte de obispo, el matambre y la tapa de asado”, afirmó Liliana Lucero, empleada de El Caldén,  ubicado  en avenida Sarmiento.