Alejandro Becares, El observador diario

La portada de la edición de este mes de la revista satírica española Gurb tiene un chiste de Becs. El presidente Mariano Rajoy, en una peluquería, observa looks –todos de pelo largo- para conocer cómo quedará conformado el Congreso de su país después de las elecciones de diciembre pasado. A partir de hoy, la publicación europea y El Diario de la República tendrán en común la participación del dibujante en sus páginas.

Cada 15 días en Europa, y todos los domingos en San Luis, Alejandro Becares (Becs) apostará a hacer reír con dibujos, palabras, colores e imaginación, las armas que cualquier humorista gráfico crea y recarga en su taller. Cuatro páginas más adelante, la primera muestra del ilustrador para este medio.

A los cinco años, Becares envió un dibujo a un concurso organizado por un canal de televisión de Buenos Aires. Ganó. Y a partir de ese momento comprendió que tenía un camino a seguir. Su padre dibujaba pero no manera profesional, por lo que bien podría entenderse que el primer paso fue genético.

“Ante todo, soy artista plástico. A la vez, me gusta hacer humor”, se definió el hombre que comenzó a estudiar con Carlos Garaycochea y luego se perfeccionó por su cuenta. “Robé y copié mucho, como todos, hasta que encontré mi propio tono”, reconoció el autor que en 1982 empezó a bosquejar sus primeras viñetas humorísticas.

Cincuenta años después de aquel concurso ganado, Becs cuenta con una carrera consolidada en todo el mundo y una página web muy activa y coqueta que sirve como carta de presentación. “Creo que en la observación, la sensibilidad, más la inteligencia, está mi creatividad…Y digo más, con la suma de todo eso puedo hacer humor”, escribió Alejandro en www.becs.com.ar

“Siempre me pregunté cuán difícil es hacer humor y la verdad, es todavía no me lo respondí. Para entender algunas cosas hay que estar un poco informado, no hay que tener una mirada ingenua”, avisó el autor sobre sus dibujos. Es que Alejandro, cuando crea, incursiona en la política, en la sociedad y en psicoanálisis. “Me gusta mucho el humor negro, aunque lo haga cada tanto”.

Hace dos años, Becares –nacido en Buenos Aires- se radicó en San Luis con su esposa puntana y sus hijas, Paloma, de 9 años, y Renata, nacida hace cinco meses. El hijo de su esposa, también parte de la familia de Alejandro, se quedó en Capital, como arquero de las divisiones inferiores de Atlanta. “Vinimos porque a mi mujer le salió una buena oportunidad laboral y consideré que acá podía seguir desarrollando mi carrera”, dijo el dibujante que instaló su taller en Belgrano y General Paz.

Una de las cosas que el humorista busca en cada uno de sus trabajos es sorprender a quien lo ve, pero también sorprenderse a sí mismo. Por eso es raro que Becares descarte de inmediato una idea que llega, siempre y cuando ese primer paso tenga la suficiente claridad como para convertirse en un trabajo con su firma. “A veces me encuentro con muchos papeles que fueron bocetados y que no terminaron de cerrar. Si me parece interesante, lo retomo”, finalizó el autor.