Una preocupación por una agresión embarrado por la intencionalidad política. El ministro de Salud, Marcelo Riera, considera que eso fue lo que ocurrió con la asamblea que realizaron durante la semana, miembros de la Asociación Profesionales y Técnicos de la Salud (APTS) y de ATE, a raíz de la agresión que sufrió una enfermera del Hospital Cerro de la Cruz, que fue golpeada por el familiar de un paciente.
Pero lo que debía ser una asamblea mutó casi instantáneamente en un foro para lanzar dardos contra el Gobierno y dejar relegado en un segundísimo plano, la contención del colega que había sido maltratado. Entre otros dichos, los gremialistas dijeron que el Hospital Cerro de la Cruz no cuenta con recursos, e incluso señalaron que en el nosocomio hay un lote de remedios vencidos.
En declaraciones emitidas en un programa radial, el ministro Riera salió al cruce de esas afirmaciones y dijo que estas acusaciones son "absolutamente infundadas". El ministro lamentó el uso político de la agresión y les recordó a los gremialistas el sugestivo silencio que ellos guardaron por los 21 metros cúbicos de medicamentos que caducaron durante la gestión de Claudio Poggi. "Ocupan la capacidad de un container. Están ahí y no los podemos destruir porque es la prueba de nuestra denuncia. De eso, los gremios no denunciaron nada. Entonces les pido que hablen con la verdad y que no hagan política con la Salud”, les endosó.
Por el tenor de las acusaciones de los gremios que, en ámbitos de Salud consideran "infames", algunos comentan que el problema llegará a Tribunales, e incluso ya mencionan la posible intervención de Fiscalía de Estado.


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