Si se trata de Angus, primero La Cleides

Cuatro remates anuales ya es tiempo suficiente como para considerar a La Cleides como una referencia en la cría de Aberdeen Angus en San Luis. La cabaña de la firma Ser Beef coronó un año espectacular con una fiesta que dejó conformes a todos: los responsables de poner la mejor hacienda posible en la pista, con la italiana Elena Radici y su hijo Alessandro a la cabeza, la firma rematadora y, lo que es más importante, los compradores, que sin dudas volvieron para reforzar sus planteles luego de buenas experiencias previas.

“Van nueve años de trabajo, parece mucho pero para una cabaña es poco tiempo, somos jóvenes todavía, hay mucho para crecer. Queremos hacer animales que le sirvan al productor, por ejemplo este año presentamos el 50% del plantel de toros con facilidad de parto”, dijo Ale-ssandro Radici, quien dejó la comodidad de Nueva York para instalarse en San Luis y manejar personalmente el negocio ganadero de la familia. Junto con su mamá recibieron un presente de manos de Fabián Otero, de la Asociación Argentina de Angus, quien reconoció la gran calidad de la hacienda de La Cleides.

Un avance fundamental para la cabaña fue la compra, durante este año, de tres reproductores puros de pedigrí para reforzar el plantel que encabeza un toro, Puntano, que ya les dio muchas satisfacciones, al punto que en el remate se vendieron sus primeras hijas. Su semen, utilizado en el sistema de inseminación a tiempo fijo (IATF), ya está disponible para la venta debido a una gran demanda. Puntano es un hijo de Networth en madre Zorzal, dos puntales de la raza, que ganó el primer premio en la Exposición de Palermo 2014 en la categoría dos años mayor.

Sus nuevos compañeros no le van en zaga. Se trata de Cacique, comprado a la cabaña La Paz de Werthein; Radar, que llegó de Don Miguel; y Candelero, nacido en la cabaña Aitué, que fue Reservado Campeón Ternero Intermedio el año pasado y tiene la interesante condición de poseer gen colorado a pesar de ser negro. Estos dos últimos los adquirieron en la Rural de Palermo y los van a usar para trabajar de repaso luego de la inseminación artificial. En cambio, Cacique, un cabeza de remate que fue distinguido con un segundo puesto en Palermo, será destinado a producir semen. “Por ahora para uso propio, aunque no descartamos comenzar a vender pajuelas en el futuro”, adelanto Néstor Chiaravalli, el genetista de La Cleides y uno de los responsables, junto con el veterinario Alejandro Sánchez y su equipo, de la perfecta presentación que tuvieron los Angus.

Desde temprano los compradores, que fueron unos 400, se dedicaron a recorrer los corrales y anotar los animales que les parecían más apropiados para sus campos. La dificultad se planteaba por la paridad de todo el rodeo, y porque además la cabaña suele ‘mezclar’ un poco los ejemplares más reconocidos, sobre todo para que el remate no decaiga en interés y para emparejar los lotes. Pero todo se define por detalles menores porque La Cleides hace una selección propia y exhaustiva, a la que se suman otra a manos de un inspector de la Asociación de Angus y una tercera natural: la vaca que no queda preñada se va de inmediato a engorde y faena.

Como suele ocurrir en estos remates de primer nivel, el primer toro que se vendió marcó el precio máximo. Se trató de un Angus negro, hijo de West, que fue a parar a manos de la cabaña La Paz de Werthein por 70 mil pesos.

Es común esta ‘devolución de gentilezas’ entre los grandes criadores, hay que recordar que el reconocido Cacique había sido una compra de La Cleides a La Paz. Enseguida se fueron los otros dos toros del primer lote, comprados por Payné en 55 y 50 mil pesos. Este trío venía de consagrarse campeón en puros controlados y en dos dientes en la Exposición Rural de San Luis.

El segundo mejor precio lo marcó un colorado, hijo de Quebrantador, que salió en el tercer lote y se fue a cabaña Las Lilas por 62 mil pesos. Después, la torada se estableció por encima de los 40 mil pesos que marcó Mondino como base para arrancar las ofertas, con buenos topes muy por encima de los 50 mil. Varios registraron $58 mil, con destinos diversos: Del Piano, Alfonsina  (una cabaña de Huinca Renancó que se llevó varios ejemplares), Tres Be, Landaburu, Castaño (es de Realicó y también cargó con unos cuantos) y otra vez La Paz.

El promedio que alcanzaron los 80 toros ofrecidos fue de $49.375, ya que ninguno bajó de los $42.000. Muchos productores de San Luis se acercaron al predio del dique Paso de las Carretas y agregaron genética a sus rodeos. Se distinguieron algunos de Unión como Roberto Campos y Rubén Frías, quien llevó 10 toros (ver "Cambió los surtidores..."), Forrajes del Sur, Vilma Belletini y Daniel Lusich. Pero también llegaron de otras provincias: Monje (Laboulaye), Mores (Coronel Moldes), Rodríguez Hermanos (Mendoza), Paulino Erazo (un agente de Mondino que compró para criadores de San Rafael), Cerro Dorado (Villa Huidobro), Marcos Martínez (Realicó), Beto Carranza (Del Campillo), y siguieron las firmas.

Con frases divertidas y de su sello como “¿Te vas a quedar con las ganas? Lo que falta, te lo presto yo…”, o “una liebre agarró mi perro” para festejar la compra de algún productor que venía frustrado por las altas cotizaciones de los colorados; Mondino condujo un remate ágil y veloz. En dos horas y cuarto se fue toda la hacienda, compuesta por 80 toros puros controlados (PC), 120 vaquillonas PC preñadas con garantía, 50 vaquillonas MAS preñadas y 100 de la misma categoría para entorar, cuyo padre es Puntano y son reconocidas por la uniformidad de las crías producidas sobre vacas del rodeo general de San Bernardo. Los hijos machos de un año ya pesan 450 kilos en forma dirigida.

A la hora de las vaquillonas PC con garantía de preñez la subasta aceleró el ritmo y entraron a tallar otros compradores, Sólo en dos oportunidades se produjo un parate y fue porque Javier Mignani, de la empresa Kory, hizo interesantes ofertas por una parte de los lotes, que seguramente tenía bien agendadas. Así, en el primero pagó 26 mil pesos por cuatro hijas de Bismarck, en un lote donde el resto se fue en 17 mil pesos. Pequeña diferencia… Lo mismo pasó con un lote de vaquillonas MAS para entorar: eligió cuatro y pagó 20 mil pesos, cuando las otras seis se vendieron en $16.000.

En el segmento de los vientres siguieron siendo protagonistas algunos que habían llevado toros como Castaño, Matías Mora, Forrajes del Sur o Alfonsina, pero aparecieron otros que habían ido específicamente a eso: El Gaucho, Carlos Virolo, Ignacio Roca, el mercedino Miguel Roca, Protambo, Eugenio Estrada, Luis Zalazar y Laura Ventura. En estas categorías los promedios también fueron elevados: $23.718,75 para las vaquillonas PC preñadas, las MAS preñadas registraron 23 mil pesos y las para entorar, $16.681,82.

En el final, como reconocimiento a los compradores, hubo sorteos. José Monje y Vilma Belletini se ganaron 70 mil kilómetros Lan Pass (equivalen a un ida y vuelta a Miami); Rubén Frías se llevó bajo el brazo una pintura de Tamara Espósito; Miguel Roca cargó con bolsas de semillas de Peman; Cayetano Mirábile con una caja de inoculante para silos de Bainotti y Nacho Pereyra con 50 pajuelas de semen de Puntano.