La Expo Rural crece al ritmo del campo

Durante tres días, el predio de la Sociedad Rural Río Vº en Villa Mercedes se vistió de fiesta. La expo rural 'San Luis Productiva', la tradicional muestra que reúne al sector agropecuario de la ciudad y a todo el Departamento Pedernera, alcanzó su edición número 87 y se convirtió una vez más en una verdadera vidriera para mirar la actualidad del campo.

Desde el viernes hasta el domingo pasado, miles de personas pasaron por la feria que trata de recobrar el empuje y el carácter multitudinario que tuvo en otras épocas. Después de los duros momentos que le tocó vivir al campo durante el kirchnerismo, la fiesta de a poco comienza a recuperar el aliento al ritmo de las mejoras que evidencia el sector. Los discursos, con un temple más optimista, y una mayor cantidad de stands en el perímetro, fueron el reflejo de ese cambio de panorama.

Pero además de ser un fin de semana de disfrute para toda la comunidad, cada año distintas empresas e instituciones vinculadas al agro llevan sus productos y proyectos para captar la atención del público que concurre al predio, ávido de escuchar nuevas propuestas para incorporar a sus establecimientos productivos.

La revista El Campo recorrió la muestra para hacer un relevamiento de las principales novedades en tecnología y maquinaria agrícola, y sobre la actividad comercial, con remates de reproductores bovinos, ovinos y porcinos que no defraudaron a los cabañeros que llevaron su hacienda.

La ganadería, en alza

En medio de la diversión, la exposición ofrece siempre un espacio para que los ganaderos puedan hacer sus negocios. Por ello es habitual que distintas cabañas de la región  seleccionen algunos de sus mejores ejemplares y los lleven al predio 'La Fortuna' para que se luzcan tanto en la jura como en el remate.

Fue así que en la mañana del sábado y contra una garúa que amenazaba con arruinar los planes para el día, se realizó el remate de ovinos y porcinos que llevaron cabañas de Río Cuarto, Achiras, La Pampa y San Basilio.

En medio de los corrales ofrecieron veinte ovinos, con mitad de machos y hembras. El campeón de la muestra, un ejemplar macho de la raza Hampshire Down, conocida como 'cara negra', alcanzó la cifra de $10.000. Luego, el reservado campeón y el segundo premio de la misma categoría, obtuvieron $12.000 y $10.800, respectivamente. Fueron los valores más altos en ovinos, puesto que los campeones Corrediale fueron comprados entre los $7.000 y $7.200.

Eduardo Travaglia (hijo), quien estuvo a cargo del martillo, contó que "fueron muy buenas ventas, muy ágiles  y con muchas manos levantadas. En los porcinos fue un poquito más trabado el remate, no había tanta puja, pero se vendieron casi todos los que había, y cuando terminó la subasta se fue lo que había quedado". Fueron diez cerdos los que ofrecieron, de las razas Spot Polland, Duroc Jersey y Yorkshire, que obtuvieron un máximo de $9.000 por un padrillo, y $6.500 por una madre con garantía de preñez".

El martillero contó que nota un mayor entusiasmo en los criadores ovinos y porcinos. "La gente está ilusionada, esperamos que las políticas sigan acompañando al campo. Se nota sobre todo un cambio de ánimo, desde el pequeño hasta el gran productor están dejando las madres para recría, para aumentar sus rodeos; y eso habla de una apuesta a futuro", expresó.

Para la tarde, el joven le cedió el lugar a su padre, quien dirigió las ventas de los reproductores bovinos. Sobre la pista desfilaron treinta toros Aberdeen Angus, negros y colorados, nueve Polled Hereford y diez vaquillonas Angus entre preñadas y paridas.

El gran campeón fue un puro de pedigrí de la cabaña pampeana La Cirila. Ese ejemplar premiado fue vendido en $58.000, pero fue otro puro de pedigrí de la misma cabaña el que puso el precio más alto, cuando alcanzó  los $68.000.

Más allá de ese techo, los siguientes bovinos Angus mantuvieron buenos niveles de precios y promediaron más de $46.000, con ejemplares de El Atardecer, La Negrita y Los Cardales. Luego fue el turno de los tres tríos Hereford que llevó La Redomona, que se vendieron a un valor promedio de $35.000. Finalmente, la decena de vientres, la mayoría de dos dientes, se vendieron entre los $25.500 y los $27.000.

La subasta terminó apenas 35 minutos después de que había comenzado, un tiempo récord que sorprendió hasta al propio Eduardo Travaglia (padre). "Hace años que no se realizaba un remate tan rápido. El conjunto de toros era muy parejo y muy lindo, y eso ayudó a que el remate fuera sumamente ágil. Creo que es positivo para la exposición, para los cabañeros, para que se entusiasmen y traigan su hacienda y que los productores valoren lo que tienen en su región", analizó el riocuartense.

La velocidad con la que se consumó la subasta y la cantidad de personas que colmaron las gradas fueron una señal más de que la ganadería comienza a sanar sus heridas y a mirar hacia adelante.  "A pesar de que hemos tenido momentos malos, la gente no dejó nunca de apostar a la genética, a mejorar sus rodeos y hoy en San Luis diría que el 95% de la hacienda es excelente. Veinte años atrás sólo teníamos un 30%. Eso hizo que la aceptación de la hacienda puntana en todo el país sea cada vez mayor", aseguró Travaglia, satisfecho.

Una muestra sobre ruedas

Este año sorprendió (y para bien) ver en la muestra una mayor cantidad de maquinaria estacionada por el predio de la Rural. Sobre todo teniendo en cuenta que en la versión 2015 de la feria, los 'fierros' habían estado casi ausentes, con apenas dos o tres vehículos exhibidos.

Esta vez varias concesionarias llevaron modelos de última generación de marcas como Mainero, New Holland y Richiegard, entre otras. Acondicionadoras de forraje, enrolladoras, extractoras, embolsadoras, rastrillos de hasta quince estrellas fueron algunas de las máquinas que se lucieron en la expo.

El vendedor Hugo Velasco llevó desde Vicuña Mackenna varias maquinarias para ofrecer y reveló que notó un gran interés por los aparatos destinados a hacer pasturas para hacienda. “Han preguntado mucho por todo lo que es henificación, lo que demuestra que la ganadería está volviendo con ganas", opinó el hombre.

La firma Álvarez Maquinarias, de Laboulaye, mostró como novedad una cosechadora de doble rotor y un tractor con piloto automático y giro en cabecera. "Antes el tractor llegaba a la punta del lote y te avisaba para que el operario haga la maniobra de regreso. Hoy ya trabaja solo", sintetizó el gerente Germán Álvarez.

Todos los avances en los vehículos apuestan cada vez más al confort del trabajador, a facilitar las tareas en los campos e incluso a abaratar costos. Cada vez cuentan con más amplitud de marchas y las cajas de cambio se reducen a un joystick de control.

El renovado interés por los 'fierros', herramientas que suponen un costo importante, demostró que en el campo hay ganas de invertir y sumar tecnología para mejorar las producciones.