El líder del grupo radical Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, pidió hoy a sus combatientes que no se rindan durante la batalla que se libra en el feudo yihadista Mosul, donde la lucha es encarnizada y mientras medio centenar de ellos murieron en las últimas horas en enfrentamientos con las fuerzas iraquíes y sus milicias aliadas, que tomaron decenas de aldeas al sur y al oeste de la ciudad.
"Hoy el Estado Islámico libra una gran yihad (guerra santa) que solo aumenta nuestra fe", dijo Al Bagdadi en un audio de 31 minutos publicado en foros yihadistas, el primero en un año que difunde y cuya autenticidad no pudo ser comprobada, informó la agencia de noticias EFE.
El líder, que los yihadistas consideran su califa, subrayó que "conservar el territorio con honor es mil veces más fácil que retirarse en la vergüenza".
"Esta guerra es vuestra guerra", insistió el yihadista, quien urgió a convertir la vida de sus enemigos en un infierno: "Conviertan su sangre en ríos", dijo.
Durante su alocución, lanzó también un mensaje a los sunnitas de Irak, la misma rama del islam de su grupo, a los que pidió que renuncien a "sus partidos y dirigentes" y se unan al EI.
"Los sunnitas de Irak aún están como espectadores y silenciosos pese al maltrato y la humillación que sufren del Gobierno chiita", lamentó.
También se dirigió a los musulmanes de países de Asia, Medio Oriente y África en los que hay actividad yihadista, asegurando que ellos son "la base del islam" y alabando que "sorprendieron a los infieles con su yihad".
Asimismo, lanzó dardos contra Occidente, en concreto Europa, a la que calificó de "cuna de los cruzados" y acusó de intentar "invadir la tierra del islam y los musulmanes".
En tanto, el comandante de la Policía Federal iraquí, general Raed Yudet, informó hoy que 50 yihadistas perdieron la vida en las últimas horas en batallas contra sus fuerzas.
Al menos 22 perdieron la vida en los combates que concluyeron con la liberación de varias aldeas próximas a la comarca de Hamam al Alil, a unos 25 kilómetros al sur de Mosul, capital de la provincia de Nínive.
Otros miembros del EI huyeron de la zona, lo que permitió a las fuerzas de seguridad recuperar alrededor de 360 kilómetros cuadrados de superficie al sur de la urbe.
Además, la Policía Federal destruyó seis vehículos bomba, cuatro cinturones explosivos, cuatro plataformas de lanzamiento de cohetes Katiusha y más de 80 artefactos explosivos que fueron colocados por los yihadistas en las aldeas recuperadas, indicó Yudet.
Ayer, el comandante de las fuerzas especiales, general Abdel Amir Rashid Yaralá, informó de que unidades de la Policía Federal iraquí liberaron varias localidades en el sur.
Por su parte, el portavoz de las milicias chiítas Multitud Popular, Ahmed al Asadi, dijo que sus fuerzas recuperaron el control de una veintena de aldeas al oeste de Mosul desde ayer.
Las aldeas liberadas se extienden desde el suroeste de la comarca de Al Qayara, hasta el extremo oeste, que es un feudo del EI.
En estos enfrentamientos entre el EI y la Multitud Popular perecieron al menos 27 yihadistas, entre ellos tres suicidas, y resultaron destruidos más de cinco coches bomba.
Estos avances permitieron cortar la carretera principal que une Mosul con la ciudad siria de Al Raqa, que es la principal línea de abastecimiento del EI, según remarcó hoy Al Asadi y fue anunciado ayer por la Multitud Popular en un comunicado.
La campaña militar para expulsar al EI de Mosul y los territorios que aún controla en la provincia de Nínive fue lanzada el pasado día 17 por las tropas iraquíes y las kurdas "peshmergas", a las que el pasado sábado se unió la Multitud Popular.
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