A cinco años de la tragedia exhibieron un mural en honor a las víctimas de Zanjitas

Plasmar artísticamente una tragedia, con una pintura que exprese esperanza y felicidad, parece imposible. Pero ellos lo lograron. El miércoles, todas las personas que transitaron por la plaza Pringles (San Luis), pudieron observar un mural móvil que representa  el carácter solidario de las niñas antes del accidente de Zanjitas, donde murieron seis alumnas y dos autoridades del Colegio Santa María. La obra la pintaron los mismos familiares, convocados por el Concejo Deliberante, junto al  pintor Mario Lange. A cinco años del siniestro vial, inmortalizaron en un panel de 10 metros, las sonrisas de niñas y docentes en pleno acto misionero.

“En el mural hay una frase muy bonita que dice ‘dejen que los niños vengan a mí’, que es el fin último de cada uno de nosotros”, comentó Alejandro Sánchez, papá de Julieta, una de las niñas. Luego de cinco años, dijo que él y su mujer Patricia Olguín están mucho más tranquilos. Aseguró que recuerdan a la niña con la certeza de que está en el cielo. “Hay que tener mucha conciencia al vivir el día a día, a veces es difícil. Son muchas caídas, pero seguimos para reencontrarnos con ella”, agregó Patricia.

El mural está hecho en un panel de 10 metros de largo, por dos de ancho. Tal y como lo dijo su creador, el pintor Mario Lange, tiene la perspectiva infantil que caracteriza gran parte de su arte. En la obra, las seis niñas están en medio del dibujo al lado de sus docentes, a todas las envuelve un arco iris luminoso y cada una tiene en sus manos un rosario. En la otra mano, algunas tienen un corazón y otras, una estrella. En la esquina izquierda hay una a iglesia y en la derecha una escuela, y sobre todo está la frase bíblica.

“Fue muy fuerte haber pintado esto, porque es un hecho muy sensible. Junto a los padres intentamos darle una mirada distinta. Tener un recuerdo positivo de lo que fue la tragedia y recordarlas por lo que estaban haciendo: una misión”, explicó Lange. Para hacerlo, detalló, recopilaron los dibujos que las niñas habían hecho antes de salir de viaje. “En las hojas había niñas con alas, arcoíris, y sonrisas. Unimos todo y salió el mural”, resumió.  En el proceso creativo participaron papás, abuelos y hermanitos de las niñas. En relación a eso, Lange contó que la jornada estuvo acompañada por mucha armonía y paz. Cada familiar fue el encargado de pintar a su pequeña. 

La iniciativa la tuvo el Concejo Deliberante, que además aportó el espacio y los recursos para poder poner todo en marcha. “Es un trabajo muy lindo. El mensaje final es muy puro y esperanzador, algo que Lange supo dirigir a la perfección”, dijo Roberto González Espíndola, del Frente para la Victoria. Recordó  que el panel estaría en la plaza hasta las 18 y de allí lo moverían hacia la iglesia San Roque, para el oficio de la misa.