Pericias confirman que Romina Aguilar no estaba embarazada

Romina Celeste Aguilar no estaba embarazada. Quería estarlo, porque a sus allegados les decía que hace tiempo buscaba a su segundo hijo.  La mujer de 32 años no quería contar la noticia porque hacía pocas semanas que tenía la duda, pero lamentablemente no llegó a despejarla. El sábado, delincuentes la balearon frente a su casa en el barrio Faecap en San Luis, y murió en una de las veredas sin tiempo a que un médico pudiera socorrerla.  
A seis días del homicidio, aún no hay detenidos. Como la información se maneja bajo un estricto hermetismo, se desconoce un rumbo cierto de la pesquisa y si ya hay sospechosos. Es todo un misterio. 
Medios de todo el país se han hecho eco del caso. Uno de los detalles que trascendió en los últimos días era la posibilidad de que la víctima estuviera embarazada, un dato que hacía mucho más penosa la muerte de Romina.
El día de la autopsia, la forense Marcela Gómez extrajo el útero de la víctima para un posible análisis por parte de especialistas de Anatomía Patológica, pero según trascendió de una fuente cercana a la investigación, ese estudio no se practicó. No obstante, el informante confirmó que las pruebas de sangre y orina descartaron que Aguilar estuviera embarazada. “El útero se conservó de todas maneras, por si hay que hacer algún tipo de estudio patológico de confirmación, pero no existe embarazo”, sentenció.
De alguna manera, la confirmación terminó de matar las esperanzas que tenían la familia y el esposo de Romina, que ya habían quedado truncas con la muerte de la joven.
Susana, vecina y confidente de la víctima, dijo que Aguilar le había contado la duda que tenía. “Tuvo otro embarazo, pero lo perdió. Ahora estaba de muy poquito”, aseguró la mujer. “Su embarazo era muy reciente, de pocas semanas, por eso ella no lo decía. Ayer martes, se iban de vacaciones con su esposo Diego  Lorenzetti -intendente de La Calera- y su hijo, Hernán. Al volver, seguramente iba a comentárselo” a sus conocidos, había coincidido Inés Garay, hermana de Romina.
En declaraciones a la prensa, el propio Lorenzetti habló de su posible paternidad y contó que él y su esposa pensaban consultar a un médico esta misma semana para confirmar si estaba encinta. Pero ahora los estudios que encargaron los investigadores del caso terminaron de echar por tierra la duda que Romina se llevó con ella.

“No puedo decir nada”
Hasta el momento, prácticamente nada se sabe sobre las hipótesis que manejan los investigadores del homicidio ni las medidas que han llevado a cabo en estos días. El lunes, la jueza Virginia Palacios y el comisario inspector Pablo Gabriel Álvarez, jefe del Departamento Judiciales de la Policía, dieron una conferencia de prensa para calmar lo ánimos de la prensa, con la que casi no habían tenido contacto.
Dejaron claro que no descartan ninguna línea investigativa, ni la que tuvo origen en los dichos del propio intendente de La Calera, que acusó una “persecución política” según reprodujo Palacios.
Ese día, Álvarez explicó que se manejan con secreto de sumario y volvió a remarcarlo ayer. “No puedo decir nada”, respondió ante una consulta de  El Diario. “Esta semana he estado yendo de mi oficina a Homicidios, de Homicidios a la calle y también hemos viajado a La Calera. Trabajamos de lleno”, confió.