Schwartz: “La UNViMe es como un gigante que está dormido”

Gesticula con la mano izquierda y luego con la derecha, de vez en cuando toma una lapicera y marca símbolos, rayas y recuadros en un cuaderno. Todos esos recursos los utiliza para acompañar lo que dice y ratificar las ideas que expresa con su voz grave y elocuente. Roberto Schwartz está al frente del rectorado de la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe) desde el 21 de marzo pero mantiene la misma didáctica que lo caracterizó a lo largo de su carrera en diversos roles vinculados a la salud y la función pública, aunque esta vez la responsabilidad tiene un sabor especial. Sabe que ocupa un sillón que quedó “caliente” luego de un 2015 conflictivo en una de las instituciones que más expectativas generó y que comenzó sus primeros años trastabillando. Lo sabe bien porque él fue uno de los tantos ciudadanos que hace exactamente veinte años empezó a pensar que se podía lograr una universidad nacional en Villa Mercedes. Tras superar las primeros veinte días de gestión recibió a El Diario para contarle qué hizo y qué piensa hacer ante esta nueva responsabilidad donde una vez más se pondrá a prueba la capacidad que utilizó durante años como cirujano infantil, la de ponerse al frente ante situaciones complejas, tomar decisiones y actuar para lograr un buen resultado.

—¿Qué sensación tuvo en estas primeras semanas de gestión?

—Para mí es un gran honor, un gran orgullo, una sensación que a veces es difícil de describir para uno que prácticamente estuvo desde que se sembró la primera semillita para que esto creciera. Recuerdo allá por el ’96 cuando Adolfo (Rodríguez Saá) nos dijo a un grupo de gente: "Pónganse a trabajar por una universidad para la ciudad, tengo un sueño y el sueño hay que cumplirlo". Recuerdo las primeras reuniones con Liliana Negre de Alonso y la doctora Berta Arenas dijo podemos hacer Medicina y hubo un silencio entre todos. Luego empezaron a acercarse los vecinos y ya lo empezaron a hacer de ellos al proyecto, se juntaron firmas y luego se consiguió concretar ese anhelo.

—¿La universidad que se creó es la que ustedes imaginaban hace 20 años?

—Se hizo el proyecto y comenzó su derrotero en los diferentes trámites burocráticos hasta lograr la ley de creación. Pero hubo gente que no entendió, o no quiso entender, y mezcló la politiquería. A nosotros nos hicieron perder casi 14 años mientras veíamos que en otros lugares del país comenzaban a florecer nuevas universidades, sobre todo en el conurbano bonaerense. La UNViMe se creó, pero nosotros teníamos una idea distinta. Esta universidad nació y creció de manera diferente a las de otros lugares, donde se crearon por necesidades políticas o de otro tipo. Aquí nació con un clamor desde las bases, desde abajo, desde el pueblo, y eso debe ser respetado siempre.

—¿Cuál es la impronta que debe tener esta institución?

—Esta universidad tiene que tener un sentido sanluiseño, puntano, villamercedino, una identidad propia. Esto hay que entenderlo, hay que tener un sentido de pertenencia en donde estamos y sentir que somos capaces de hacerlo como cualquier ciudadano de la República Argentina. Cuando uno habla de un universitario en el mundo, cada universidad norteamericana por ejemplo los dota de un rasgo distintivo, cada institución va creando su propia identidad, pero con las raíces profundas de esa ciudad. Ése es el rasgo que queremos darle a la institución, hacer una universidad que tenga sentido de pertenencia y de identidad de la ciudad de Villa Mercedes y de San Luis.

—¿Cómo pretende que el día de mañana se los reconozca a los egresados?

—El egresado de aquí debe ser primero una buena persona y de formación democrática, inclusivo, participativo. En segundo lugar, debe tener conocimientos académicos que le permitan desempeñarse en cualquier ámbito sin ningún tipo de dificultad técnica. Y tercero, con un sentimiento y sentido de puntanidad, de querer a su provincia, de quedarse en ella y de tratar de resolver los problemas de su provincia y su gente.

—Una de las cosas que quedaron pendientes desde los sueños fundacionales es la carrera de Medicina. ¿Podrán formarse médicos aquí?

—Vamos a poner todos los esfuerzos para lograr esta carrera, que fue una de las bases de la creación. Ya tuvimos un “sí” de la Secretaría de Políticas Universitarias, de que vamos a trabajar en este sentido. Trabajaremos de manera responsable, con todos los elementos que se requieran y de manera articulada con las otras carreras de la universidad. Vamos a pedir toda la documentación que se requiera y todas las inspecciones que solicite la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau). Trabajaremos con el Gobierno de la Provincia y el Ministerio de Salud para poder articular la creación de los hospitales escuela que se necesiten para que los estudiantes puedan estudiar medicina en nuestra provincia.

—¿Hay una estimación de los plazos para que Medicina sea una realidad?

—Tenemos que presentar todos los requisitos técnicos en este año y si pudiéramos ya poder comenzar a inscribir para el ciclo lectivo del año próximo sería un gran logro. Ya estamos trabajando para eso. Siempre tengo como referente el caso del doctor René Favaloro, que nació en una familia humilde de La Plata, pero pudo estudiar Medicina con gran esfuerzo porque tenía una universidad cerca. Ése es el modelo a seguir, queremos de los chicos que nacen en barrios como Las Mirandas, San José, Plan Lote puedan estudiar Medicina y las otras carreras. También chicos de toda la provincia y de las que quieran venir. El modelo a seguir de la universidad es lo que fue Favaloro en su vida: buena persona, técnicamente apto y con raíces propias.

—Su función es lograr la organización de la universidad, ¿cómo trabajará para conseguirlo?

—El proyecto institucional de la UNViMe no es malo, pero no se había avanzado. Esta semana nombré a mi equipo, ya tenemos a las autoridades y directores de las Escuelas (NdeR: denominan así a las facultades y contienen a las carreras). Ahora vamos a trabajar rápidamente para normalizar la universidad e ir armando los concursos docentes, porque hasta aquí hay contratos a término y buscaremos avanzar en el proyecto institucional. La institución prevé también formar departamentos por afinidad de carreras, por ejemplo el de Química incluirá a todas las carreras que tengan esta ciencia; trabajaremos en ello y más adelante en la conformación de los institutos de extensión e investigación.

—¿Qué le ha pedido a este nuevo equipo de colaboradores?

—La estrategia es, en primer lugar, la atención a los alumnos. Esta universidad ofrece la posibilidad de casi una formación personalizada, podemos trabajar cómodamente en la relación cantidad de alumnos y docentes. Lo prioritario es trabajar para los alumnos, pero que exista una organización de universidad que acá no existía, no había un organigrama universitario.

—¿Piensa vincularse con otras instituciones?

—Si Dios quiere vamos a firmar convenios con todo el mundo, la Universidad Nacional de San Luis, la Universidad de La Punta, y con todo aquel que quiera trabajar en conjunto para fortalecer nuestra actividad. Seremos muy abiertos a la posibilidad de vincularnos con otras instituciones para poder generar propuestas en conjunto.

—La institución posee un terreno de 72 hectáreas al norte de la Autopista de las Serranías Puntanas, ¿cuán lejos está la construcción del campus y el edificio propio?

—Esta semana por primera vez logramos reunir a un equipo de infraestructura con arquitectos y gente de la institución que trabajará para avanzar en el edificio propio sobre un proyecto que ya fue presentado el año pasado. Estaban previstos dos créditos de la Nación para empezar las obras, uno proveniente de Educación y otro desde Obras Públicas. De esta última área nacional logramos destrabar hace días un problema que estaba inconcluso hace muchos meses. Ahora vamos a trabajar en la actualización de costos con este equipo de trabajo y, si todo anda como pensamos, pronto podremos llamar a licitación para construir.

—¿Mientras tanto continuarán utilizando las aulas ubicadas en el Centro Cívico?

—Vamos a intentar continuar con el dictado de clases en el primer piso del Centro Cívico, yo creo que no habría problemas de trabajar un tiempo más allí. Nosotros pensamos en el alumno, no creo que haya inconvenientes.

—¿Qué pasará con las carreras que se dan en Justo Daract?

—La idea es fortalecer nuestra presencia allí, no sólo desde el punto de vista académico y las carreras que ya se dictan, sino también lograr, en un tiempo determinado, instalaciones propias.

—¿Cuántos alumnos tiene actualmente la universidad?

—Aproximadamente, son unos 1800 alumnos que cursan en las trece carreras y hay unos 800 que están en el proceso de ingreso como nuevos alumnos. Las carreras de la Escuela de Ciencias de la Salud son las más convocantes, luego sigue la Escuela de Gestión de Empresas y Economía, Ingeniería y las tecnicaturas de Ciencias Ambientales y Biotecnología. Queremos que todos aquellos que dejaron el cursado por algún tema en particular vuelvan a la institución. Estamos siendo bastante amplios en este tema, para que regresen los que se fueron, sobre todo teniendo en cuenta lo vivido durante todo el año pasado.

—¿Cómo ve el futuro de la institución?

—Creo que lo que viene es muy importante, hay como un relanzamiento de la UNViMe, debe reinsertarse en la ciudad y tener la impronta villamercedina. La pienso como una universidad que en su momento logre trascendencia nacional por la ubicación geográfica en la que se encuentra, estamos en el centro del país. Se hicieron algunas cosas en estos años, pero hay mucho más por hacer, creo que esta institución es un gigante que está dormido.