De la primera ola polar del año en el país germinó el primer libro del cineasta Nicolás Tete. El lunes el joven presentó su debut literario “Plaza seca”, con el que resultó ganador en un concurso de San Luis Libro para escritores inéditos.
En la tercera semana consecutiva con presentaciones de libros, el acto comenzó puntual a las 19 en el Templo de Santo Domingo. Pedro Bazán, jefe de San Luis Libro, tuvo una breve intervención en la que aseguró que desde su programa cumplen “con estos saldos atrasados, antes de abrir la agenda de nuevos concursos”. Y agregó que es muy importante que el Templo esté abierto a la comunidad, a la ciudad, a toda la provincia de San Luis.
Bazán hizo una referencia a “La agonía y el éxtasis”, de Irvin Stone, y refirió que cada vez que presentan un libro, tiene esas sensaciones aunque finalmente se ve coronado el esfuerzo y las horas de trabajo.
Marina Lara, amiga de Nicolás y directora de arte en la segunda película de Tete, “Ónix”, que se estrenará comercialmente este año, presentó al autor. Sin dejar de demostrar afecto por Nicolás, Lara resumió la vida y obra del cineasta quien desde muy chico estuvo ligado al arte. Estudió teatro en el Grupo de Teatro TIM en Villa Mercedes y quizás allí comenzó su búsqueda en todo lo relacionado con el mundo artístico.
En sus cortos 26 años, el villamercedino egresó de licenciado en Dirección de Cine, realizó varios cortometrajes, hizo talleres de fotografía, literatura y a los 21 rodó su primera película “Últimas vacaciones en familia”, un filme que recorrió varios festivales.
Luego dirigió “Ónix”, su nueva producción cinematográfica con la que llegó al Festival de Cine de Nueva York y en 2015 al de Mar del Plata, uno de los más importantes de Latinoamérica.
Nicolás dijo en el acto, que sintió la necesidad de seguir relatando historias que no encontraba cómo contar en forma de película, y que los relatos que conforman "Plaza seca" eran algo que estaba acostumbrado a trabajar en privado. “Está buenísimo porque es otra forma de expresarme, otra forma de contar historias”, aseguró.
El libro ganó el concurso en el género narrativo y detalla, en formato de cuentos y en primera persona, las historias de un grupo de chicos, amigos y vecinos.
El libro está ambientado en un edificio de Villa Mercedes donde se ubica la plaza seca, un espacio de uso común para los habitantes del edificio y donde se desarrolla la mayor parte de la acción.
Los relatos describen una atmósfera con historias de chicos que comienzan en la niñez. Los personajes crecerán a medida que pasan los cuentos y transitarán por vínculos y problemáticas familiares, escolares y de amistad. Hacia el final, los protagonistas ya son adolescentes y las problemáticas serán otras.
Los cuentos llevan al lector a sentirse muchas veces identificado y una sonrisa los sorprenderá al final de varios relatos, pero se encontrarán con un punto de ternura y también situaciones dolorosas que no son más que la vida misma contada por alguien muy observador y con una mirada cinematográfica.
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