Caso Nazarena: el informe del forense conmovió en la audiencia

“Llegó un momento en que no queríamos seguir escuchando”, dijo, después de la audiencia de ayer, una funcionaria judicial que presenció el estremecedor relato del médico forense Ricardo Torres sobre las lesiones que tenía Nazarena Molina, la nena de cinco meses asesinada por sus padres en el barrio San Martín Norte, de San Luis.
Las heridas que presentaba el cuerpo de la víctima en sus apenas 64 centímetros de talla revelan el sadismo al que fue sometida en el corto lapso de su vida, hasta que su organismo no soportó más los tormentos y murió la tarde del viernes 28 de noviembre de 2014.
Aunque se acusan uno al otro por las torturas a la nena, desde entonces ambos padres de Nazarena, Esperanza Alejandra Barzola, de 24 años, y Mario Sergio Molina, de 24, están presos por el crimen. 
Ayer, en la segunda audiencia del juicio oral contra ellos, en la Cámara del Crimen Nº 2, el forense Torres reveló detalles sobre el estado de la bebé que debilitan los argumentos con los que cada integrante de la pareja trata de mostrarse alejado de la responsabilidad por su muerte.
El perito le hizo la autopsia a la beba junto a su par Luis Lucero Arienti, el mismo día que murió.
Constataron que Nazarena tenía lesiones, algunas recientes y otras más antiguas, en ambas orejas, señal de que había sufrido tirones. También tenía marcas de golpes de puño en la cara y en el tórax, e incontables heridas redondeadas, en diferentes partes del cuerpo, señal de que la habían quemado con cigarrillos en diferentes ocasiones.
Además encontraron signos de que no la alimentaban.