Rosa María del Valle Romero y su hijo, Cristofer Emanuel Romero, están unidos por la sangre, y no sólo la propia. Ellos y un amigo del joven, Marcelo Raúl Rodríguez, comenzaron ayer a ser juzgados en la Cámara del Crimen Nº 2 de San Luis por el asesinato de Rubén Ismael Morcón, un chico que fue golpeado para robarle su moto y que recibió otra paliza cuando fue a la casa de los ladrones, en el barrio 1º de Mayo de San Luis, a recuperarla. Madre e hijo no declararon ayer, en la primera audiencia, y tampoco lo hizo Rodríguez, apodado “El Cara Tabla”. Sí lo hicieron el padre y una hermana de la víctima, que fueron con él a la casa de los Romero, sus vecinos, la madrugada del 23 de marzo de 2014.


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