Tres merlinas viajaron a Cuba para compartir cultura y conocimientos

Cada rincón de la isla de Cuba tiene un sinfín de historias para contar. En busca de ellas, tres merlinas decidieron arribar a La Habana. Intercambiaron cultura, conocieron la calidez y la sencillez de sus habitantes, saborearon el ritmo del son cubano y disfrutaron de maravillosos paisajes. La coordinadora de Desarrollo Humano y Social de la Municipalidad, Alejandra Gargiulo; viajó junto a las concejales Viviana Morán y María Rosa Miravet, llevaron folletería de San Luis y de la Comuna, más una carta del intendente Rody Flores. Volvieron con una gran sonrisa, y una valija repleta de recuerdos y buenas experiencias.

“Un amigo nos contactó con el Instituto Cubano de Amistad entre los Pueblos (ICAP), es una institución que  organiza y canaliza institucionalmente la ayuda que reciben desde diferentes países. Por ejemplo envían médicos y profesionales hacia diferentes lugares si es necesario”, contó Miravet y agregó que fueron recibidas por Lily Zamora, quien les explicó cómo funciona la institución y además las invitó a participar del encuentro de Brigadas Solidarias Internacionales que se realizará en enero en La Habana. “Tienen más de mil novecientas agrupaciones con las que trabajan codo a codo, en todo el mundo. No sabemos si podremos ir porque este viaje lo pagamos nosotras y es un poco caro volver a hacerlo”, agregó la concejal.

Específicamente las tres mujeres llevaron a la embajada parte del trabajo de Antonio Esteban Agüero y entregaron material de San Luis. “Ellos se comprometieron a difundir la obra de nuestro gran poeta, y a brindarles información a quienes se acerquen a pedirla sobre Argentina. Hicimos un vínculo de amistad muy lindo, nos quedamos con una hermosa impresión. Nuestra solidaridad también tiene que ver con dar testimonio sobre el bloqueo. Estando allá es muy notorio al hablar con la gente todo lo que sufren con el bloqueo económico de Estados Unidos. Por eso nos sumamos al pedido de que levanten la base de Guantánamo y les devuelvan ese territorio”, dijo.

Miravet expresó que los argentinos son muy queridos en Cuba. “Si hay algo que le reconocen a Ernesto ‘Che’ Guevara es la coherencia en su trabajo, él fue quien comenzó a organizar en 1960 estas brigadas solidarias en las que la gente trabaja voluntariamente. Otro de los temas que pudimos hablar es que allá un alto porcentaje de los ciudadanos son universitarios, entonces en este momento se encuentran con que no tienen personal de servicio. La mayoría son ingenieros, magisters y doctores, y esta pirámide social en la que cada uno necesita hacer algo, los deja sin gente para barrer las calles o para hacer trabajos de servicio, por ejemplo”, afirmó.

La curiosidad y las ansias por conocer hizo que las tres conversaran con cuanto cubano se les pasara por delante, estaban admiradas de la ternura, de la fuerza y la austeridad con la que viven. “Estuvimos con una señora, doctora en farmacología, que estuvo trabajando para un laboratorio italiano. El tema económico se resuelve entre el Gobierno de Cuba y la empresa que la contrató. Allá todo es del Estado. También en el hotel, ‘Habana Libre’, había un muchacho llamado Yosbani, que es jugador de béisbol y pertenece a la selección cubana, ahora debe estar en Rusia. Pero mientras tanto, trabaja en la playa de estacionamiento haciendo vigilancia. Todo el mundo trabaja”, aseguró.

Otra cosa que les llamó la atención fue la cantidad de carteles de propaganda en las calles o en las rutas. Miravet dijo que algunos de ellos tenía escritas frases como: “En Matanza vive gente laboriosa”, “La Revolución es invencible”, o “La juventud es nuestra mayor riqueza”.

“Recorrimos el edificio en el que funciona el ICAP, nos contaron la historia de la casa. Es una mansión impresionante. Además nos contaron que la Unesco les entregó un subsidio para recuperar los edificios que están deteriorados y que son de los años cincuenta. Muchos de ellos están recuperados y la ciudad va quedando preciosa. La Habana es muy llamativa por el trabajo arquitectónico que es maravilloso”, explicó y no dejó pasar el detalle de los autos que circulan por la ciudad, “son de modelos antiguos, pero se ven como nuevos. La gente es muy amable, cordial y respetuosa. Son autocríticos, pero defienden su status. Otros nos manifestaban sus temores con respecto al desbloqueo. Todos están comprometidos con su país, no hablan de cosas superficiales, todos están pendientes con el destino de Cuba. Eso llama la atención, porque lo hacen desde un lugar constructivo. Para nosotros fue una experiencia muy fuerte. Era lo que buscábamos, intercambiar culturalmente. Son unos estudiosos de Argentina, saben de la actualidad, de su historia, de todo. El sentido de pertenencia que ellos tienen es un gran ejemplo. Fue una experiencia muy fuerte, nosotros tenemos en Merlo una asociación que se llama ‘Responsabilidad Ciudadana’ e intentamos hacer un aporte a la sociedad, y esta experiencia nos fue muy valiosa para seguir trabajando”, concluyó la concejal.