No pueden vender ni una aspirina”, dijo Yamile Alí, con precisión y casi como una orden. La presidenta del Centro de Propietarios de Farmacias mercedino, manifestó que buscan frenar la venta de medicamentos en los quioscos y supermercados, actividad que está prohibida en todo el país desde el 2009 (Ley Nacional Nº 26.567). Para ello, pidieron a la Municipalidad que incremente los controles en los locales y adelantó que evalúan organizar una campaña de concientización en conjunto con la Comuna.
Alí señaló que si bien como organización no hicieron un sondeo, aseguró que en la ciudad existe “una amplia cantidad de almacenes o pequeños negocios que tienen antiinflamatorios, analgésicos y hasta calmantes, eso no puede ser”. Además, manifestó que gran parte se concentran en los barrios, ya que allí es donde hay menos farmacias. “En el centro no ocurre tanto porque hay dos o más droguerías grandes y la gente recurre a ellas”. Preocupados, los integrantes del Centro de Propietarios, se reunieron el martes con el intendente Mario Merlo, la subsecretaria de Ecología y Medio Ambiente (uno de los órganos que regula los operativos junto a la Unidad de Control e Inspección Municipal), Silvia Tuozzo y Mario Mondelli, coordinador de Desarrollo Local. “Tuvimos una muy buena respuesta por parte de la Intendencia. Ellos en el 2014 lanzaron una campaña de concientización que se llamó "Medicamentos seguros", justamente pedía lo mismo. Pero lamentablemente hay personas que no lo cumplen, por eso son necesarios más controles. Sé que es algo difícil porque el almacenero sabe que está mal lo que hace y sólo le vende a quien conoce”, dijo la representante de la asociación.
Para la farmacéutica, el hecho que todavía haya consumidores que recurran al pequeño comerciante es por “comodidad porque ni siquiera es por el precio. Nosotros no podemos vender por unidades y ellos lo hacen pero lo cobran más caro”.
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