La nena, de 12 años, sentía dolor en el abdomen. Hace unos días, cuando el camión sanitario pasó cerca del paraje donde vivía, próximo a La Calera, la madre le pidió a la médica que la revisara. En la consulta, tras algunas preguntas, la profesional le hizo a la chica un test de embarazo. Dio positivo. Después de recibir esa noticia inesperada, la mujer se sentó con su hija, le habló y supo, por boca de ella, que había sido víctima de un abuso sexual. La nena reveló que quien la había atacado es su propio tío, el hermano de su mamá. El bebé que espera sería hijo de él, fruto y prueba del ultraje.
Al menos por ahora, él no está detenido. La investigación recién comienza, y la Policía y la Justicia recolectan pruebas. Hay una medida que suele tener gran importancia, la declaración de la víctima en Cámara Gesell, que aún no se ha concretado.
El miércoles 22, la mamá de la menor hizo la denuncia en la Subcomisaría 5ª de La Calera, informó el jefe de esa dependencia, el oficial principal Juan Carlos Moreira. Después, ella fue al Juzgado Penal Nº 3 de San Luis e instó la acción penal, es decir, le solicitó a la jueza Virginia Palacios que tomara intervención en el caso. Ése es un paso indispensable para avanzar en la investigación de este tipo de delitos, de instancia privada.
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