Esta semana fue noticia la negativa de una organización que pertenece al hockey provincial, a que dos mujeres trans puedan inscribirse y jugar en las competencias federadas.
El hecho fue denunciado en la Secretaría de Estado de la Mujer #NiUnaMenos y a partir de allí comenzó una historia cuyo final aún se desconoce.
En el ambiente deportivo quedó la sensación de que en esta historia en particular, hubo cierto apresuramiento de los distintos actores. La Federación de Hockey directamente no las dejó jugar, y la Secretaría de Estado envió carta-documento al organismo rector de este deporte. Recién después se sentaron las partes a hablar. Cuando lo más lógico hubiera sido comenzar con el diálogo, proponiendo encuentros entre las partes, y luego, ir a los hechos puntuales.
La cosa quedó en veremos y en el medio dos mujeres trans que sólo quieren practicar una actividad física. Pero lo que sí está claro, es que esta situación fue el disparador para otros deportes. Medios radiales empezaron a hurgar en el tema y se encontraron con que la situación es bastante compleja porque en ningún deporte está debidamente aclarado cuál es la reglamentación, y el lugar que ocupan aquellas personas que deciden cambiar de sexo. La temática deberá ser debatida y aclarada para no vivir situaciones incómodas como la suscitada en el hockey esta semana.
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