Balthazar es uno de esos bares del Paseo de los Ingleses que se convirtió en refugio cuando Mohamed Lahouaiej asesinaba a 84 personas con su camión.
Allí estaban trabajando Agustín y Ginés, dos amigos argentinos que estuvieron escondidos cuatro horas a unos metros de la tragedia.
"Llegamos hace mes y medio. Aterrizamos en París y eran las inundaciones, luego fuimos a Estambul y encontramos el atentado, venimos esquivando de cerca", dice Ginés Gailac.
"Fue sorprendente. Hace poco vimos los ataques de París por la tele en Argentina, como algo surrealista, y ahora lo vivimos a 100 metros", añade Agustín Casini.
Ambos tienen 29 años y vienen de Mar del Plata. "Somos los mejores amigos desde hace 20, vinimos a Europa con una visa de un año para ganar plata y recorrerla", explica Gailac.
Estaban trabajando el jueves por la noche. Los fuegos artificiales habían acabado y un grupo de rock ultimaba los preparativos para empezar el concierto delante del Bar de Baltazar, como llaman al local. Justo ante su bar terminó la macabra trayectoria de dos kilómetros del camión de Lahouaiej.
NA
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