El mendocino Bernardo Llaver (Línea) capitalizó al máximo la pelea por la punta que mantuvieron José Manuel Urcera (Línea) y Agustín Canapino (Cruze) y se quedó con el triunfo en la sexta final de la temporada de Súper TC2000 disputada ayer en el autódromo "Ciudad de Oberá".
Mientras que el piloto villamercedino Carlos Javier Merlo debió abandonar cuando recién había cumplido el noveno giro de la final.
El piloto del equipo Fiat, que largó desde la tercera posición, ganó un casillero en el inicio de la carrera tras superar a Matías Rossi (Corolla) y aunque luego perdió la posición de escolta con Canapino, se mantuvo expectante hasta el incidente entre el arrecifeño y Urcera en la vuelta 16.
Fue allí cuando Llaver tomó el control de la carrera, después de que Canapino, quien había dado cuenta también de Rossi en los primeros momentos de la carrera, intentó una maniobra de sobrepaso sobre el líder Urcera que no tuvo los resultados deseados.
Con el rionegrino y el arrecifeño de excursión por el pasto y la tierra colorada misionera, el mendocino tomó sin mayores obstáculos el timón de la carrera, mientras que Canapino, por decisión de los comisarios deportivos, le devolvió la segunda posición a Urcera y en ese orden terminaron la carrera.
"Los comisarios otra vez en contra mía", acusó al bajarse de su auto Canapino, quien no participó de la ceremonia de premiación en el podio.
En la vereda opuesta, la de la alegría, se paró el ganador de la carrera: "Nos merecíamos el podio y la victoria fue un condimento especial, venimos mal de presupuesto y la victoria llega en un momento justo. Es difícil ganar con los monstruos que hay en Súper TC2000", dijo el piloto nacido en la ciudad de San Martín.
Por su parte, el santafesino Facundo Ardusso (Fluence) terminó sexto y conservó la cima del campeonato.


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