María García y Antonio Torres, los padres acusados de encerrar y atar con una cadena de perro a su hijo de siete años, optó por no declara ante la jueza Virginia Palacios, en una indagatoria que tuvo lugar este lunes a la mañana en el Juzgado Penal Nº de San Luis.
Al delito de privación ilegítima de la libertad, agravada por el vínculo, que cae sobre los imputados, la jueza sumó el de “abandono de persona doblemente agravado por resultar grave daño en la salud de la víctima y por el vinculo en concurso ideal.
Tanto el abogado oficial civil de Torres, Juan Esteban Pedernera, como el abogado oficial penal de García, Carlos Zalazar, tendrán ocho días de prórroga para buscar una medida de pruebas para que sus defendidos queden en una mejor condición.
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