Merlo: el Gobierno ya intercede en el resonante caso de bullying

El hostigamiento escolar produce un enorme daño en la víctima, y lamentablemente es cada vez más frecuente, a tal punto que se llega a aceptar como un comportamiento social normal. En Merlo se dio un caso grave, de larga data, que incluso llegó a la Justicia, pero ahí se estancó hace casi 4 años. El gobernador, Alberto Rodríguez Saá, se interesó por la causa y recibió a Manuel Martí, el padre del joven, víctima de discriminación por ser vegetariano. “Es muy importante la actitud del Gobernador en querer enfrentar la discriminación, porque es muy grave. Con esta gestión estamos pasando al extremo opuesto, porque Poggi nunca nos respondió nada. Se dedicaron a tapar todos los episodios”, resaltó Martí.

"Poggi nunca se preocupó por ver qué pasaba. Por suerte, con Alberto vivimos lo opuesto" Manuel Martí, padre de la víctima

“Estábamos seguros que si él se enteraba, nos iba a ayudar”, dijo Martí, y así fue. Pidieron una audiencia con el Gobernador, que los recibió y hablaron por más de dos horas de lo que le tocó vivir a su hijo por más de 4 años. “El Gobernador no puede hacer nada con la Justicia, pero sí puede hacer junto al área de Educación. Alberto siempre se caracteriza por ideas geniales, y espero que logre un vuelco en ese ámbito”. Por órdenes de Rodríguez Saá, la Secretaría de la Mujer #Ni Una Menos ya intercedió en la causa, y propuso colaboración con la Justicia y con el joven.

Además, Martí fue muy crítico con la gestión anterior y les echó la culpa del drama de su hijo: “La gestión anterior era realmente nefasta. El ex ministro de Educación, Marcelo Sosa, se dedicó a tapar cualquier situación de bullying, y violencia escolar. Eso no sólo en Merlo, sino que en toda la provincia. Ni Poggi ni Sosa se preocuparon por ver qué sucedía. Incluso el Inadi mandó una copia de la resolución al Ministerio de Educación, y hoy  no está. La hicieron desaparecer. Yo los hago muy responsables de lo que le pasó a mi hijo, porque ellos pudieron haber hecho algo y no lo hicieron".

Un acoso de larga data

Fue un caso que conmocionó a Merlo y que El Diario se hizo eco desde su estallido. Durante el primer semestre del 2012, los padres de la víctima se enteraron de que estaba sufriendo bullying en la Escuela "San Francisco de Asís". Pero lamentablemente, esto no se inició en ese entonces, sino tres años y medio atrás, según la psicóloga que atendía al joven.

“Las maestras nos citaban a nosotros diciendo que él no se integraba al grupo, y nos recomendaron atención psicológica. Mi hijo arrancó el secundario en el Colegio Monseñor Orzali, que es la continuación del 'San Francisco', y fue la psicóloga que en esos primeros meses nos dio un informe en el que nos explicaba que él no tenía problemas de integración, sino que hace tres años y medio le estaban haciendo bullying”, recordó Martí, y agregó: “No lo integraban porque era vegetariano. Lo jodían todo el tiempo. Le hicieron uno de los peores bullying que existe, que es lo de la exclusión social. No te dejan integrar bajo ningún punto de vista, y encima te molestan”. Aseguró que, aunque lo denunciaban ante las autoridades del colegio, ellos no querían ver la realidad.

El padre afirma que a partir de ahí la situación fue para peor, lo que obligó a las visitas de la psicóloga para encontrar ayuda. “El director de la escuela comprobó quién era el líder negativo, que incluso le había hecho páginas de Facebook con el nombre de ‘Odiando a (el nombre de mi hijo)’, y ahí todos comentaban cosas en contra de él. A partir de que comprueban las cosas, trataron de tapar la situación”, declaró Martí.

El acoso fue agravándose, hasta que llegó el punto en el que la psicóloga les dijo de que lo cambien de colegio por una cuestión de “vida o muerte”. El último intento de Martí fue enviar una carta documento para exigir una pronta solución. Ahí fue cuando “convocaron una reunión con el supervisor Walter Núñez, mandado por el Ministerio de Educación, bajo las órdenes de Sosa, que era un personaje nefasto. Núñez dijo que confiaba en los informes de los profesores, que mágicamente estaban fechados un día después de la carta documento. Como nunca hubo un arreglo, lo sacamos de la escuela, e iniciamos una demanda judicial y al mismo tiempo una denuncia al Inadi”.

La denuncia inició en diciembre de 2012 y 10 meses después el Inadi resolvió que efectivamente hubo una discriminación. “Hoy a tres años y medio sigue el proceso judicial, plagado de irregularidades”, declaró Martí, y ejemplificó: “Cuando los demandados contestan la demanda, eligen como perito de parte a una persona, que al tiempo apareció como perito oficial de la Justicia de San Luis. A lo cual nosotros nos negamos, porque justamente tiene que ser imparcial. Nos dieron la razón, pero los camaristas de Concarán mágicamente fallaron lo contrario, sin fundamentos. El sistema judicial está trabajando bajo presión con los abogados de las escuelas religiosas, que manejan el Multifueros y la Cámara”.

Gustavo Quiroga, jefe de la oficina de Asuntos Legales de la Secretaría de la Mujer, expresó: “Nosotros ingresamos porque nos preocupó mucho que haya un dictamen del Inadi que les da absolutamente la razón, y sugiere determinado curso de acción a la escuela y al Ministerio de Educación”.

Actualmente, según el padre, el joven de 16 años logró recuperarse emocionalmente en otro establecimiento educativo y logró la integración con el grupo. “Tiene compañeros con los que sale, y comparte momentos, como cualquier otro chico”, dijo Martí, que de todas formas no olvida el pasado: “Las escuelas San Francisco de Asís y Monseñor Orzali, le arruinaron la cabeza a mi hijo, y nos arruinaron la cabeza a toda la familia”.

Martí asegura que lo vivido lo volvió un experto en el tema y fundó el grupo “Bullying 0 Merlo”, que ya superó los mil miembros. Ahí publica información al respecto y alienta a las víctimas a dejar los miedos atrás y animarse a denunciar. Aseguró que por ese medio se enteró de muchos otros casos graves, no sólo en Merlo, sino también en otros puntos de la provincia.