Pago con tarjeta, un déficit en las localidades turísticas

Si bien nadie duda del avance del pago electrónico y el uso cada vez más masivo de las tarjetas, en San Luis todavía hay dueños que se resisten a ofrecer esta posibilidad. Más allá que en algunas comunas la infraestructura –en internet o telefonía- sí es un limitante, en Potrero, por ejemplo, sólo el 40% de los negocios gastronómicos recibe crédito o débito, mientras que en el rubro de alojamientos, sólo lo ofrecen los hoteles y hosterías de mayor nivel, y no así el grueso de las cabañas. Lo que termina por conformar la principal queja de los turistas.  En la Costa de los Comechingones el panorama es similar.

El encargado de la Secretaría de Turismo de Potrero, Javier Pedernera reconoció que en el pueblo es un servicio que falta y que además genera una traba para posicionar el destino a nivel nacional e internacional, ya que “la gente en muchos casos decide qué ciudad visitar de acuerdo a la cantidad y calidad de servicios”. “Lo mismo nos pasa con el tema de los cajeros. Llegan los fines de semana o feriados, y directamente ya no hay  más plata. Y es todo un problema, porque los turistas no tienen cómo retirar o debitar su dinero, es decir, no pueden gastar”, explicó Pedernera, quien indicó que sólo los restaurantes y alojamientos de mayor nivel, y algunos de nivel medio pero que ya tienen su clientela, reciben el plástico.

“Para concientizar, desde el Ente Mixto siempre se armaron campañas de promoción y consumo, donde para poder adherirse tienen que ofrecerlas sí o sí. Pero igual, todo depende del sector privado, más allá que todos saben que es algo clave y cada vez más predominante”, afirmó el funcionario del "pueblo del lago".

Para Marita Cuello, secretaria de Turismo de Los Molles y coordinadora de la misma área en Villa Larca y Papagayos, la falta de máquinas de Posnet y Lapos (las dos marcas más importantes), responde a dos puntos: el primero, las cargas económicas que bajan la rentabilidad del producto o servicio. Y segundo, pero en menor medida, la baja -y en algunas zonas, nula- señal de teléfono e internet.

“En mi caso, tengo una hostería y no tengo cómo conectarme o llamar por teléfono, más allá del servicio de WiFi del Gobierno. Entonces es imposible brindarlo, para mí y otros prestadores del Corredor de los Comechingones más alejados. Pero en líneas generales, hay otros que pueden ofrecer este sistema de pago, y directamente no lo hacen porque no quieren tener más gastos. El tema es que también hay un desconocimiento, porque hay otras plataformas online, por ejemplo, que te cobran menos comisiones”, dijo Cuello y siguió: “La clave es informarse bien sobre esas otras opciones y después, con los números bien claros, trasladar el costo adicional al producto. Es cuestión de adaptarse, porque el turista ya casi no anda con billetes, sino con plásticos”, concluyó.

De acuerdo a las estadísticas de la Cámara de Comercio de San Luis, en rubros como indumentaria, autopartes y electrodomésticos, el 80 por ciento de las operaciones se realizan con las tarjetas.

Su presidente, Vito Carmosino contó que fue notable cómo estos últimos años creció el uso de los plásticos, de uno y del otro lado del mostrador.

“Me acuerdo que antes tenías que consultar en un libro para ver si la tarjeta que te intentaban pasar estaba denunciada o no. Era más complicado todo. Ahora, es mucho más fácil porque salta al instante si tiene fondos o no. Hay muchos que todavía no la implementaron, pero es inevitable ese traspaso. Yo creo que en los próximos meses todos van a estar alineados a esto, porque es sabido que el que no lo ofrece, pierde ventas, y muchas”, anticipó Carmosino, quien criticó los porcentajes que quedan –en concepto de comisión y costo del servicio- para las entidades financieras.

“Claro que esto es un famoso y extraordinario negocio para los bancos y las tarjetas, porque a vos, como comerciante, te cobran por el mantenimiento de la cuenta, el resumen, la comisión de la venta; más la conexión a internet o teléfono y el papel. Es decir, es una fortuna. Respecto a los descuentos, te terminan sacando casi el 18% de cada operación con crédito, y el 3% en el débito. Es una locura. Trabajamos para ellos”, lamentó el titular de la cámara puntana.

Ante un panorama que se repite en gran parte del país, la Nación busca blanquear las transacciones, por lo que firmó un acuerdo con las emisoras de tarjetas para que a los negocios más chicos no les cobren por dos años el alquiler del pos, ni las comisiones por las transacciones, según confirmó el director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad.