Muchas veces el miedo de una mujer que es víctima de violencia de género no se termina cuando logra una medida judicial para que su ex pareja se mantenga alejada, sucede que hay ocasiones en donde el agresor viola esa prohibición y mantiene latente el sufrimiento. Para revertir esas situaciones desde hace un tiempo quienes incumplen la disposición judicial comenzaron a ser detenidos. En la provincia la Justicia, la policía y la Secretaría de la Mujer trabajan en conjunto para garantizarles a las víctimas que están protegidas y las instituciones trabajan para que no se las vuelva a someter.
La Policía realizó en los primeros seis meses del año un total de 139 detenciones de hombres que no cumplieron la cautelar judicial que les impedía acercarse a sus parejas u antiguos hogares, 51 de esos hechos sucedieron en Villa Mercedes.
“Hay que destacar el cambio radical en el cumplimiento de las restricciones a raíz de la creación de los juzgados correccionales, se le da un tratamiento prioritario a las órdenes que puede dar un juez de familia, un juez de instrucción o correccional. Antes solía pasar que cuando se violaba esta orden de restricción de alguna manera sólo se le notificada a la persona que tenía una causa, hoy cuando estas personas son sorprendidas en in fraganti delito quedan detenidas y a disposición del tribunal hasta resolver su situación procesal”, explicó Santiago Ortiz, juez Contravencional y Correccional de la segunda Circunscripción judicial.
El magistrado aseguró que a diario se dictan las restricciones a favor de resguardar a las víctimas y destacó que ahora se detiene a quienes incumplen esa disposición. “Aquellas personas que antes se sentían con la libertad de ir más allá de los límites que le impuso la justicia hoy se encuentran que quedan sujetos a proceso y muchas veces eso lo puede llevar a tener una situación complicada”, dijo Ortiz.
Desde la provincia se creó la Secretaría de la Mujer #NiUnaMenos, un área orientada a apoyar a las mujeres que padecen la violencia de género, el aporte de esta área también fue crucial en el crecimiento de denuncias de estos casos y de aquéllos en los que no se cumplían las restricciones.
“Existían las restricciones pero las mujeres no sabían que haciendo una denuncia formal podían penalizar al agresor, entonces por más de que el juez establecía que no podía acercarse a menos de 200 metros el agresor desoía esa orden judicial, ése era el grave riesgo porque volvía a violentarse a la mujer”, explicó Marcela Spengler, responsable del subprograma Protección de los Derechos de la Mujer en Villa Mercedes.
La funcionaria destacó que estas acciones más concretas de la justicia y la policía ayudan a las mujeres porque se sienten más seguras y perciben que hay respuesta de las instituciones en pos de protegerlas.
“Las mujeres nos dicen que antes sentían que a nadie le importaba su vida, todo quedaba en los papeles, nadie las asesoraba o informaba, y sentían que nadie podía hacer nada por lo que sufrían. También está el hecho de que ya no se sienten solas en esto y van perdiendo la vergüenza, una mujer para hacer la denuncia tardaba en promedio ocho años, ahora eso está comenzando a cambiar”, indicó Spengler.
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