Enrique Pinti: "Tuve la varita mágica"

A todo gas es una referencia a la manera de hablar de Enrique Pinti. El mismo modo que utilizó en una extensa charla que mantuvo con ETC y en la que mostró su enojo por no poder traer a la provincia su elenco completo. 
El actor llegará hoy a Villa Mercedes y mañana a la sala Hugo del Carril de San Luis. Quienes hayan comprado entradas para la función del domingo (suspendida por la organización) pueden usarlas el sábado previo cambio en las boleterías o pedir la devolución del dinero en los puntos de venta, según informaron en la productora Diego Sosa manager group.

—¿El espectáculo es una selección de monólogos?
—Sí, los de presentación y cierre, y todo lo que signifique contarles la historia argentina. Le puse ‘A todo gas’ porque hablo a todo lo que da y también por el tema tarifario que tenemos los argentinos, creo que de alguna forma esa falta de servicio o esos servicios que están siempre en crisis, son una parte de nuestra radiografía nacional.
 
—¿Cómo lo toma el regreso a la provincia?
—Muy contento. Siempre me fue muy bien en San Luis, es un público muy cálido, que apoya los espectáculos y ha tenido una gran movida teatral en los últimos años, porque se convirtió, de ser 20 años atrás una plaza inexistente para el teatro, a transformarse en una importantísima.
 
—No es un momento fácil para el teatro
—Es muy difícil movilizar elencos. Las situaciones económicas que atravesamos hace tanto tiempo imposibilitan la difusión. Y lo peor es que no hay solución porque las provincias están lo suficientemente arruinadas como para gastar dinero en promoción de espectáculos, las compañías aéreas también están en crisis como para ayudarte. Recuerdo que en el 98 salí con 'Pinti canta las 40 y el Maipo cumple 90', teníamos canje de compañías aéreas. Y  hablo del 98 que estábamos como el culo de mal también. 

—¿Qué pasa con la sociedad argentina que no cambia?
—Hay una cosa que es bastante inexplicable pero que forma parte de nuestro ADN que nos hacen tener una dualidad muy esquizofrénica, porque por un lado Argentina es un país muy desarrollado, con bases culturales impresionantes, unas individualidades extraordinarias, que tiene grandes profesionales, grandes en todos los aspectos y que tiene unas comunidades sumamente solidarias que cuando hay una desgracia salen corriendo a ayudar a sus semejantes, etcétera, pero todo eso junto no funciona, no funciona la gente del poder pero la gente del poder somos nosotros.
 
—¿Quién se debe hacer cargo entonces? 
—Es que con tanta milonga, con tanta cosa de peronistas, radicales, socialdemócratas, populistas, gobiernos autoritarios, militares, ultraneoliberales, de derecha, nacionales y populares, centroizquierda, han pasado todas las posibilidades. Cumplo 77 años el 7 de octubre y desde que tenía uso de razón las he visto pasar a todas, y en todos esos años no hay luz ni hay gas en invierno.
 
—La memoria sirve para recordar un guión, pero también tantas cosas malas que pasaron.
—Pero aún así soy una persona muy feliz: por eso lo puedo hacer. No me da amargura porque tuve la varita mágica de hacer lo que quiero y vivir bien. Desde el 73 en adelante empecé a ganarme la vida con esto, no soy millonario pero no pasé necesidades económicas, entonces al no tenerlas, al haber atendido mi salud correctamente, con una prepaga que me cuesta un huevo y la mitad del otro pero la puedo pagar. Soy fundamentalmente un actor. Me gusta mucho trabajar en lo que sea teatro, hice comedia y musicales, edité 10 libros, escribí obras infantiles, por eso no soy infeliz

—¿Por eso no usa celular ni computadora?
—No voy a tener más remedio que empezar con el celular cuando viajo de vacaciones. Ya no tengo la misma agilidad en los aeropuertos y una serie de cosas. Es más, ya se terminaron los teléfonos públicos en todas partes del mundo, porque antes lo cagaba al celular, cinco años atrás me iba a un teléfono público en Madrid, Barcelona, Los Ángeles o Nueva York, y se acabó.