La agrupación sindical que nuclea a los trabajadores camioneros tiene una especie de rótulo, que para nada la favorece. Es un gremio que tiene muchas manchas vinculadas al uso de la violencia y a las armas de fuego. También porque se maneja con una marcada desprolijidad.
Por eso, a los que siguen el hilo de la historia política sindical no les sorprendió que el dirigente que actualmente está al frente de la organización gremial puntana, Roberto Marcelo Sosa, portara, oculto debajo del asiento del automóvil que conducía, un arma de fuego. Y el agravante es que tiene la numeración limada.
Por este motivo, Sosa está detenido en la Comisaría Sexta de San Luis a disposición de la Justicia, acusado de “Portación ilegal de arma de fuego de uso civil”. La Policía le descubrió y secuestró el revólver Bagual cromado, calibre 22, en un procedimiento, en la zona norte de la ciudad de San Luis, tras un incidente callejero.
Sosa además tenía cerca de 15 mil pesos y se movilizaba en un automóvil cero kilómetro que es propiedad del gremio. El dinero y el Ford después fueron retirados por su compañero gremial José Farías. Y no hay que olvidar que Sosa estaba en compañía de una menor de 17 años.
Por sus características, el episodio circuló como pólvora encendida por las diferentes redes sociales. Y muchos se apuraron en tratar de despegarlo de las aceitadas y conocidas relaciones que tiene con el ex gobernador Claudio Poggi.
Precisamente el propio Sosa luce, en su Facebook, la foto con la que acompañamos esta nota.
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