El sueño de María José Ochoa, de jugar en la liga puntana de hockey, se vio truncado con la negativa de Federación de Hockey de la provincia. Tras varias idas y vueltas, y a pesar de que práctica el deporte desde los ocho años (tiene 28), no puede hacerlo por su condición sexual. Según la chica, Miguel Becerra, el presidente de la federación, les argumentó que su presencia va a generar incomodidad en otras jugadoras y clubes. Ahora Majo , como le dicen sus amigos, les iniciará una demanda judicial a la Confederación Argentina de Hockey, el organismo que nuclea al deporte y que tampoco les brinda ayuda.
“Todo comenzó en abril, cuando estábamos por empezar la pre temporada. Yo juego en Fénix Hockey Club y quería participar en la liga. Me entusiamé porque el Comité Olímpico de los Juegos Olímpicos autorizó a finales de 2015, la participación en los juegos a las personas trans”, comentó Majo.
La joven, que estudia en la Universidad Nacional de San Luis, mantuvo una reunión con Becerra y le presentó los requisitos que estipulaba el Comité Olimpico. Con los resultados de un estudio hormonal y otra serie de argumentos. “Becerra me dijo que yo era una egoísta, que iba a hacer sentir mal a las otras jugadoras y que se iban a bajar del campeonato otros clubes. Se puso muy violento”.
Tampoco la presidenta de la Federación Nacional las apoya. Majo no está sola, hay otra chica en San Luis que pasa por lo mismo y tres más en otras provincias. “Vamos a iniciar una demanda a la Confederación. Solo queremos jugar”, finalizó.
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