Riobamba, el tramo que ofrece variedad de ropa y servicios

Un tramo que casi es un paseo de compras es el de calle Riobamba entre Aristóbulo del Valle y Centenario. Actualmente aquellas casas originales del barrio Amppya fueron, con los años, cambiando paulatinamente sus frentes y muchos de sus propietarios construyeron en sus amplios jardines los primeros salones comerciales. Primero inauguró una rotisería, que aún hoy sigue vigente a pesar de que cambió varias veces de dueño. Luego llegó una carnicería, hasta que un videoclub y la primera tienda de ropa iniciaron un camino que ya nunca se detendría.

Hoy el tramo de Riobamba, a pocos metros del Súper Aiello, tiene vida propia y hay diferentes tiendas de indumentaria y también blanco, jugueterías, una ferretería y dos almacenes que atienden hasta bien entrada la noche. La fiebre comercial de este sector no se quedó quieta porque las casas de ropa (sobre todo para chicos) se extendieron a calles aledañas al trazado principal y sigue de largo tras cruzar Martín de Loyola. En la esquina hay un pelotero enorme, que es epicentro de festejos de cumpleaños de cientos de chicos no sólo de la barriada, sino también de pequeños que llegan de diferentes puntos de la ciudad. También hay una heladería y boutiques de ropa femenina que tienen en el estacionamiento aledaño a la parroquia Virgen de Guadalupe una comodidad más para que los clientes lleguen con sus autos, estacionen y se bajen a comprar.

Pero siguiendo por Riobamba, su actividad comercial se prolonga varias cuadras más hasta llegar a Centenario. Hay desde una distribuidora de alimentos e insumos para limpieza hasta un salón de fiestas que los viernes y sábados brilla hasta la madrugada entre casamientos, cumpleaños de 15 y fiestas empresariales.

También hay más almacenes y panaderías hasta llegar a su extremo norte, donde se conecta con la última sucursal que Súper Vea abrió en San Luis. Allí  también, a pocos metros, tiene otra de sus "joyas": la estación de servicios ubicada cruzando Centenario.

"La zona tiene mucho movimiento no sólo vehicular, también peatonal. Y  los que andan en auto tienen lugar para estacionar. En la barriada no hay muchas ferreterías y por eso la clientela se mantiene", contó Pedro, empleado de una casa del rubro.

Sin dudas la gran vedette del área es la ropa. Hay para todos los gustos y bolsillos, con ofertas y promociones que se mantienen a pesar de las temporadas. "Hay una competencia que se nota, pero igual se trabaja. Hay épocas que son mejores que otras, como en cualquier rubro pero la gente ya se acostumbró y sabe que acá puede encontrar los mismos precios que en el centro", cuenta Norma, propietaria de una tienda de indumentaria femenina y de niños.

"Cuando tengo que hacer un regalo o veo algo que me gusta, compro. Hay buenos precios y aceptan tarjeta. Además me queda cerca, soy del barrio", reveló Silvia, una clienta de la boutique femenina y residente de la zona de Riobamba.