Una fortaleza Braford que resiste en el árido puntano
Con un nuevo remate de reproductores bajo el martillo de los Mondino, la cabaña volvió a desparramar su genética y a demostrar que la raza está vigente en la zona.
Son fuertes y robustos. Tienen una cabeza profunda, orejas largas y unos aplomos que impresionan, cara blanca, cuerpo tostado. Si bien es una de las razas más expandidas en el norte del país, no es tan frecuente ver animales Braford en San Luis y sus alrededores. Pero la perseverancia de la Compañía General de Hacienda en el árido sur de la provincia ha contribuido a que la especie crezca, gane adeptos y se mantenga vigente.
La cabaña de la familia Noguera realizó su noveno remate anual de reproductores en Buena Esperanza, en el predio vecino a uno de los campos donde cría su rodeo. La calidad de la hacienda, el volumen de las ventas y nivel de los precios fueron una muestra de que más allá de que las razas más populares en la región son otras (Aberdeen Angus y Hereford), el Braford tiene un mercado que se fortalece y resiste.
La firma tiene campos desparramados por diferentes partes de la geografía nacional, en especial en el norte argentino, de donde claramente trajeron la mejor genética y la experiencia en el manejo de una de las cuatro principales razas en la producción de carne argentina. En esa vasta región que recorre provincias como Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa, más de la mitad de los rodeos se inclinan por la cría del Braford, por su gran resistencia y adaptabilidad a los climas fríos y calurosos.
Pero desde hace un poco más de veinte años los cabañeros vieron con buenos ojos desembarcar en las prometedoras, aunque todavía incipientes, tierras de San Luis. Hoy cuentan con miles de hectáreas en el sur de la provincia, con las estancias "Las Isletas" y "San Juan del Tastú" como principales faros, donde sus toros y vacas son criados y recriados con los recursos y las condiciones de la zona.
“Los reproductores nacen en la estancia 'Las Isletas', que es un campo de monte. Allí hacemos también la recría, ayudada con pasturas de verano y verdeos de invierno. Después se van a terminar a la estancia 'San Juan del Tastú'. Allí el macho hace su recría y le damos una terminación comercial, como le gusta al cliente la presentación”, describió Carlos Noguera, uno de los dueños de la empresa.
Durante dos décadas, los cabañeros adaptaron su núcleo ganadero a las nuevas latitudes y empezaron a diseminar su genética a través de los remates de reproductores que realizan de mano de la consignataria Alfredo Mondino.
Por supuesto que Compañía no es la única firma especializada en la raza en esta región, pero es una de las que asumió casi como una misión difundir sus bondades y transmitir el mensaje de que el Braford funciona en San Luis.
“Los campos puntanos son duros, pero éstos son toros muy rústicos, aguantan mucho y son blandos en la terminación. Entonces tiene una combinación muy buena: se pueden lograr buenos índices de preñez, y una terminación, a pasto o a corral, muy acelerada”, indicó el joven empresario.
Por eso, los Noguera valoran el doble cada vez que un productor local adquiere uno de sus animales. “Hay años que se vende mejor, otros que se vende peor, pero lo importante es que casi toda la hacienda que salió, diría un 80%, se quedó en la zona. Eso es muy importante para nosotros”, destacó Félix, el titular de la empresa, al analizar la subasta en Buena Esperanza.
Detrás de esa meta, el propio empresario reconoce que no todo ha sido "color de rosas". En algunas ocasiones, como sucedió en 2016, los promedios no fueron los que esperaban. Pero en esta nueva edición, el nivel de los precios levantó y tanto los cabañeros como los rematadores se fueron conformes con los resultados.
Un clásico en el sur
A pesar de que no abundan los criadores que buscan ese tipo de hacienda, al predio recostado sobre la Autopista Nº 55 llegó una buena cantidad de público. Es que la fecha ya está instalada en los calendarios ganaderos como una de las más tradicionales del sur puntano.
El predio donde la firma de los Mondino acostumbra a ejecutar sus ferias, se vistió con la elegancia que siempre exhiben los grandes remates de reproductores. El día también acompañó. Un sol brillante se posó sobre los corrales en la previa a la subasta. Como siempre, muchos compradores llegan un rato antes del almuerzo para recorrer los lotes, observar la hacienda y apuntar en sus catálogos al ejemplar que le pondrán sus fichas durante la compulsa de ofertas.
Cuando pasó el mediodía llegó el momento de la comida al estilo de Compañía General de Hacienda: sin mesas, pero con la gente de pie para poder acercarse a cualquiera de los sabrosos platos esparcidos sobre la barra y repartidos por los mozos.
El comienzo del remate, sobre la pista techada, fue toda una ceremonia. En primer lugar porque invitaron al sacerdote de Buena Esperanza para que realizara una bendición de las ventas y el trabajo de todos los productores, estancieros y peones. También porque la Asociación Argentina de Braford le entregó a Félix Noguera, propietario de la cabaña, una distinción por su contribución a la expansión de la raza en la zona. El empresario agradeció contento y se tomó un minuto para hacer un homenaje a Ignacio Corti Maderna, el reconocido genetista que trabajó durante años con la cabaña y dejó un legado en todo el país.
Luego hubo un instante para el costado solidario de estos eventos ganaderos. Remataron un lote de ovejas cara negra a beneficio de la escuela rural del paraje La Angelina y donaron el valor de la primera torada para las refacciones de la iglesia de la localidad.
Ese gesto parece que le fue retribuido desde arriba a la cabaña, porque a partir del primer toro que salió a la pista, hubo buenas ofertas. Apenas se lanzaron al corral central, demostraron su carácter, su musculatura y una gran soltura a pesar de superar los 900 kilos.
Los promedios fueron claramente superiores a los del año pasado, cuando los toros habían establecido un valor intermedio de $40.000. Esta vez ningún lote bajó de los $44.000, hubo un pico máximo de $65.000 y un par de ejemplares alcanzaron los $60.000. Finalmente, el promedio por los 60 toros Braford Avanzados que pisaron el campo fue de $50.983.
“Creemos que el productor está con expectativas en el negocio. Eso se traduce en los precios. El año pasado nadie sabía qué iba a pasar, el criador necesitaba un poco de estabilidad. Para este negocio es fundamental tener una seguridad, porque es una actividad de ciclos largos”, analizó Carlos.
Pero además del momento general de la ganadería, la calidad genética de Compañía fue otro de los alicientes para los buenos precios. Tanto el aspecto de la torada como los datos detallados en el catálogo no dejaban dudas de la calidad genética de la hacienda. Hijos de Puros de Pedigrí, Don Juan y Puerto Tirol, con buenas circunferencias escrotales y pesos variados, salieron a captar las miradas.
“Es una cabaña que trabaja muy bien. Hacen buenas selecciones, son muy responsables y prolijos. Para nosotros siempre es un privilegio poder rematar la hacienda de este tipo de empresas”, expresó el martillero Roberto Mondino. La consignataria cordobesa también ha jugado un papel importantísimo a la hora de difundir el Braford en el centro oeste del país.
De todos modos, reconoció que "cuesta más vender el Braford en la zona. En esta ocasión la gente vino a buscarlos y salió un rematazo. Hace varios años que venimos con esta subasta y a la gente que le gusta la raza, los lleva, le funcionan y vuelven a buscar más”, sostuvo.
Y lo que al principio parecía todo un reto, terminó pareciendo algo bastante sencillo. En menos de dos horas vendieron los más de 400 reproductores encerrados.
Es que los vientres también tuvieron una buena acogida. Las 208 vaquillonas preñadas promediaron $21.140; las 108 vacas preñadas, $17.208; y las 17 vaquillonas para entorar, $15.550.
San Luis, una mención aparte
En el balance de las ventas, tanto Félix Noguera como su hijo Carlos hicieron una mención especial para el apoyo que recibieron en San Luis, una provincia que les abrió las puertas y los contuvo para fortalecer sus proyectos ganaderos.
“San Luis ha tenido un crecimiento fenomenal, no sólo en ganadería sino también en agricultura. Hemos visto un desarrollo grande en infraestructura, rutas, autopistas, comunicación y han apoyado a los productores. La producción puntana está muy bien, creciendo de la mano de los negocios. La ganadería es una herramienta muy grande para la zona, porque son campos muy sanos. Por eso seguimos apostando a la provincia con todos nuestros motores”, dijo Carlos.
Félix, por su parte, admitió que la cruzada que emprendieron para instalar el Braford en la región "fue muy difícil y lo sigue siendo, pero seguimos apostando". Pero valoró el trato que han recibido en la provincia. "El productor agropecuario siempre ha tenido un apoyo importante del gobierno provincial. Nos han ayudado no sólo con buenos augurios, sino con soluciones concretas para nuestros problemas, que es lo que más necesitamos. Sobre todo durante estos doce años durísimos que tuvimos con el gobierno kirchnerista, San Luis era una isla”, reconoció, mientras el martillo bajaba, una y otra vez.


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