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Comerciantes del Shopping piden que controlen el ingreso de menores

Aseguran que las ventas disminuyen los sábados a la tarde, el momento de mayor afluencia  de compradores. Dicen que las peleas y las corridas de los adolescentes son permanentes.

Por redacción
| 17 de octubre de 2017
Picardía. Los comerciantes aseguran que los chicos les piden a las parejas que finjan ser sus padres para evadir los controles.

El principal centro comercial de la ciudad, San Luis Shopping Center, mantiene desde hace tres años una política que prohíbe el ingreso, únicamente los sábados, a todos los menores de 18 años que vayan sin sus padres o tutores, para evitar constantes peleas o corridas por los pasillos. Los comerciantes del paseo de compras se quejaron de que la medida no surte efecto y que la presencia de grandes grupos de adolescentes cada fin de semana provoca una disminución en las ventas debido a que los clientes prefieren evitar el ruido y el bullicio y buscar un ambiente más tranquilo.

 

"Cuando se tomó la medida se notaba la diferencia. No había tantos chicos solos, sobre todo de entre 12 a 14 años, que son los que más andan de a muchos y se empujan o gritan", señaló María Fernanda, vendedora con más de dos años de experiencia en el Shopping. "En un principio los controles eran de viernes a domingo, pero ahora estamos cada vez peor. Las compras se ven afectadas, porque la gente grande busca tranquilidad y si ven demasiados chicos se van", añadió y también explicó los métodos que los jóvenes tienen para burlar a la seguridad:  "Muchas veces les piden a los matrimonios o parejas sin niños que mientan ante los guardias y digan que son sus padres. Incluso me lo han pedido a mí, aunque obviamente, me he negado, porque es una responsabilidad muy grande", explicó.

 

Un guardia de seguridad del Shopping indicó que los controles se hacen sólo los sábados por la tarde porque es el momento en  el que se presenta la mayor cantidad de adolescentes. La inspección se realiza mediante una lista donde quedan registrados los datos de cada joven y de sus padres. La entrada se prohíbe a todos los menores que vayan sin un adulto que los acompañe. En caso de duda, se debe presentar el DNI para acreditar la mayoría de edad.

 

Para Melisa Escudero, empleada de 25 años de un local de ropa del paseo de compras, lo más molesto es que los chicos "corran y ocupen todos los pasillos, o que se apoyen en las vidrieras".

 

Afirmó que eso afecta más a los clientes que a los comerciantes, pero que también incide sobre ellos porque la presencia de los jóvenes, que en su opinión solo van a pasear y no compran, disuade a otras personas de entrar al Shopping. Paola Garcés, vendedora de 39 años, estuvo de acuerdo con esta afirmación y agregó que, pese a los controles, los adolescentes entran de igual forma porque ingresan con sus padres, pero una vez dentro, éstos los dejan para que anden solos o se junten con sus amigos.

 

Otro aspecto que alarma a los comerciantes son los delitos que cometen algunos jóvenes. "A mí no me molestan los chicos, el problema es cuando entran con alguna actitud sospechosa. Una vez un grupo vino a pedirnos una bolsa y resultó que habían robado en el supermercado y estaban buscando donde ocultar las cosas", manifestó Andrea, empleada de una zapatería.

 

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