Entre roces y aprendizajes se desarrolló el campeonato provincial de autos eléctricos

Los más rápidos fueron los alumnos del Colegio Nº 17 “V Brigada Aérea”. Fue una carrera picante y entretenida en La Punta. Se presentaron 17 escuelas de seis localidades.

Las carreras de autos eléctricos tienen mucho más que adrenalina y velocidad. En el ambiente tuerca de la cuarta fecha del Campeonato Provincial, organizado en la Semana de la Robótica, por la ULP,  se respiró trabajo en equipo, coordinación, compañerismo, diversión y muchas ganas de aprender a poner a punto los vehículos para llegar a la meta. Fueron 17 autos en total que representaron a diferentes escuelas públicas y privadas de Villa Mercedes, San Francisco, Quines, Concarán, Juana Koslay y de la ciudad de San Luis.

Los ganadores fueron Karen Maranguello y Javier Domínguez, del colegio Nº 17 “V Brigada Aérea”.  El certamen se desarrolló, en La Punta, este sábado a la siesta en el predio de la ULP. “Ellos hicieron el mejor tiempo, en esta ocasión incorporamos sensores de competición en los autos, los mismos de los que corren en el Rosendo Hernández. Estamos  usando la misma tecnología para la clasificación”, contó Carlos Heinze, el responsable técnico de los autos eléctricos, del Automóvil Club de Villa Mercedes, la institución que organizó la carrera.

Las carreras de autos eléctricos tienen mucho más que adrenalina y velocidad. En el ambiente tuerca de la cuarta fecha del Campeonato Provincial, organizado en la Semana de la Robótica, por la ULP,  se respiró trabajo en equipo, coordinación, compañerismo, diversión y muchas ganas de aprender a poner a punto los vehículos para llegar a la meta. Fueron 17 autos en total que representaron a diferentes escuelas públicas y privadas de Villa Mercedes, San Francisco, Quines, Concarán, Juana Koslay y de la ciudad de San Luis. 
Los ganadores fueron Karen Maranguello y Javier Domínguez, del colegio Nº 17 “V Brigada Aérea”. “Ellos hicieron el mejor tiempo, en esta ocasión incorporamos sensores de competición en los autos, los mismos de los que corren en el Rosendo Hernández. Estamos usando la misma tecnología para la clasificación”, contó Carlos Heinze, el responsable técnico de los autos eléctricos, del Automóvil Club de Villa Mercedes, la institución que organizó la carrera.
Luego de las pruebas y vueltas preliminares largó la primera carrera. Ahora son dos y cada una es de 25 minutos, entre ellas hay un receso de 45 minutos que los competidores usan para poner a punto y recargar las baterías de sus vehículos. Gana el que más vueltas da o el que hace mejor tiempo.
“Estamos trabajando junto a los chicos para que vayan perfeccionando sus modelos. Buscamos que sean más deportivos y livianos. Tienen motores de 350 wats; con tres baterías de 12 voltios. Logramos que bajen el peso de los coches, tienen 125 kilos, entre el peso del auto y el promedio de los pilotos”, dijo Heinze y agregó que armaron un reglamento adaptado a las posibilidades económicas que tienen los alumnos. 
Con el paso del tiempo se notan los cambios en los vehículos. “Hemos notado mejores diseños, incluso ellos personalizan sus propia vestimenta, usan sus guantes de seguridad y sus botitas. Se van metiendo cada vez más en esto sin dejar de lado la enseñanza”, explicó y añadió que ahora los corredores se preparan desde tercer año para aprender más sobre la ingeniería y comparten e interactúan con chicos más grandes.
Heinze afirmó que en cada edición se suman más participantes, “además el reglamento indica que deben ser dos pilotos: un varón y una mujer. Nos gusta que estén integrados, además en el grupo puede haber cuatro mecánicos y el profesor que guía. Son los chicos los que arman los autos, no los profesores”. 
La competencia es un punto de encuentro, de compañerismo entre los colegios. Durante las carreras, se salían algunas ruedas o volcaban algunos coches, pero enseguida había alguien dispuesto a ayudar. 
Lo bueno es que los motores no aturdieron al público y los corredores no van a tanta velocidad para regular su energía.
Hubo algunos empujoncitos y derrapes, pero son esos roces los que hacen el certamen más picante y entretenido. 
En esta edición la ULP sumó un auto de exposición, cuyo piloto recorrió la pista para mostrarse. “La diferencia con los demás es que tiene un motor de 750 vatios, no corre en esta categoría porque hay mucha diferencia con los demás”, dijo Heinze. 
Entre el público, atento a cualquier cosa que pudieran necesitar  los competidores estaba el corredor de Villa Mercedes, Matías Galetto, que entusiasmado expresó: “Carrera a carrera veo cada vez mejores autos, se nota que los chicos estudian, desarrollan y mejoran las técnicas para hacer autos.  Me gustaría subirme a pilotear uno aunque estoy acostumbrado a los que hacen ruido, pero esto es lo que se viene así que hay que apostar a esto”.
La próxima reunión será en el autódromo “Carlos Bassi” de La Pedrera, “allá esperamos tener entre 23 y 25 participantes. La copa Coronación será el 25 de noviembre”.
El aporte de Edesal en el desarrollo de las competencias es primordial porque brinda baterías e indumentaria; además a la adrenalina de la jornada se sumó la Secretaría de la Juventud.