Merlo: Hallaron a un conductor que atropelló y escapó

Hace años que la ciudad de Merlo crece exponencialmente, pero en cierto sentido, las relaciones entre sus habitantes se siguen dando como en un pueblo. Por eso los investigadores de la Comisaría 42ª estaban seguros de poder hallar al hombre que atropelló a una motociclista a fines de febrero y escapó sin ayudarla. Los 20 días de averiguaciones dieron frutos el sábado, cuando la Policía allanó la casa del sospechoso, en la calle Presidente Perón, y secuestró un utilitario Cirtroën. La mujer a la que hirió terminó con lesiones graves; él asegura que nunca se enteró que había chocado.
El lunes 20 de febrero, a la tarde, vecinos del Club General San Martín salieron a la calle advertidos por los gritos de una mujer. Era Rita Bustos, que estaba tirada junto a su moto 110, clamando de dolor.
Una ambulancia la trasladó al Hospital de Merlo, donde descubrieron que tenía fracturada la mano izquierda y dos tremendos golpes en las rodillas, lesiones que van a demandarle entre 30 y 40 días de recuperación.
El día del accidente, Rita circulaba por Coronel Jason al oeste hasta que llegó al club, donde dobló para tomar Algarrobo al sur. La camioneta Citroën Berlingo que la chocó iba por Jason al este y giró para tomar Algarrobo al norte. 
El impacto fue tan fuerte que parte de los plásticos laterales de la camioneta se desprendieron. “Los testigos solo refirieron que era un utilitario gris, y como la parte interna de los plástico decía Peugeot, inicialmente buscamos un vehículo de esa marca”, refirió el subcomisario José Herrera, jefe de la Comisaría 42ª.
En la zona del choque no hay cámaras de seguridad pública. La única pertenece a una veterinaria de la cuadra, pero tomó una imagen demasiado borrosa como para identificar el vehículo. “La brigada de calle tuvo que hacer un trabajo exhaustivo. Prácticamente chequearon todos los utilitarios grises que se toparon en la ciudad buscando abolladuras. Finalmente, una serie de testimonios nos guió para dar con el vehículo sospechoso”, explicó el policía.
Cuando golpearon a su puerta con una orden de allanamiento y secuestro, lo primero que hizo Raúl Condorí Vique fue llamar a su abogado. “Al principio no quiso cooperar, pero luego entendió que la orden era de un juez y pudimos llevarnos la camioneta”, contó Herrera.
El hombre, de nacionalidad boliviana y de oficio albañil, había reemplazado los plásticos que perdió en el choque pero no había alcanzado a reparar un abollón en la zona en la que impactó Bustos, que estuvo dos días internada. Primero negó el hecho, pero luego habría admitido informalmente que protagonizó un choque, pero que no sabía que había atropellado a alguien.
La camioneta quedó secuestrada por orden del juez Penal de Santa Rosa, Jorge Pinto, que lleva adelante el sumario del caso bajo la calificación de "Lesiones graves".