Florencia quería volver a Mendoza, pero no así. En su Facebook escribió alguna vez que quería regresar a la provincia donde nació. Y su madre, Carina Di Marco, contaba que la nena siempre se lo decía. Allá tenía a su abuelo materno, a quien le decía “papá”.
El sábado, una vez que la jueza Virginia Palacios ordenó entregarles su cuerpo a sus familiares, lo trasladaron a Mendoza y lo sepultaron en un cementerio de San Martín. Allí había nacido, allí había vivido hasta el año pasado y allí quería estar.
La nena fue velada en la sala funeraria Milio, en la avenida Alem. Allí, su madre reiteró que hace poco había descubierto que su pareja consumía cocaína. Sostuvo que Gómez "tenía doble personalidad", ya que el trato hacia los chicos era "normal" y nunca notó nada raro en relación con la nena.
Sin embargo, el hecho de que la chiquita haya sufrido violaciones con anterioridad abre un interrogante sobre la responsabilidad de Carina Di Marco.
Ayer, cuando un periodista le preguntó si podía haber otra detención, si la madre de Florencia podría ser llevada eventualmente a declarar, la jueza respondió que mantendrán el hermetismo. "La investigación debe proseguir", dijo.
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