Una encuesta realizada en la web de El Diario de la República, sobre el servicio que Pami brinda a los jubilados, reveló que uno de los mayores problemas de los que se quejan es "la mala predisposición de los empleados" a la hora de atenderlos.
De las 627 personas que la respondieron, el 42,9% afirmó haber tenido una mala experiencia en la atención. Un 20,5% dijo que había mucha demora; el 18,8% aseguró que no les resolvían los problemas, y sólo el 17,7% demostró estar satisfecho con la entidad del Estado.
Una larga cola de ancianos que superan los 70 años, esperan poder sacar un número para algún trámite en Pami. Una empleada con cara de "pocos amigos" decide por mera burocracia quién puede y quién no recibir el tan ansiado lugar para ser atendido. "Los hacen esperar muchas horas". "Los viejos somos descartables" y "los tratan mal porque son los más débiles", son algunas de las frases que se escuchan en las charlas entre los recién jubilados.
Pero el destrato, más que maltrato, no es la única queja con respecto a la atención. La gente denunció empleados lerdos, que se la pasan desayunando o usando el celular. Bonifacio Pablo Lanzeti escribió: "Fui a las 7:30 y me atendieron a las 9. Había un solo empleado que atendía, los otros estaban desayunando... muy tranquilos".
Que coman adelante de los afiliados es algo que ellos ven como una "falta de respeto". "Están todo el día comiendo. Se levantan a cada rato para desayunar. ¿Acaso no toman nada en sus casas?", preguntaba con ironía una jubilada mientras esperaba a ser atendida. Paola Frías coincidió: "Uno va hacer trámites y ellos van a desayunar. ¿Por qué no lo harán en su casa? Encima siempre con cara de cansados ¿de qué?
"Voy pocas veces, pero me han atendido como en toda oficina pública. Hay empleados diligentes y otros que consultan Facebook. En general está bien", opinó Rosa Leonor Camargo. Y en esa línea Gastón Alberto Rojas se quejó: "Se la pasan mandando mensajes y no atienden, siempre lo mismo y peor. Asqueroso todo, como en todos lados".
El Sanatorio Ramos Mejía, presta servicio hospitalario a la mutual. Las quejas hacia esta institución también son moneda corriente. "Tratan mal a los ancianos, un camillero quería hacer subir por las escaleras a mi mamá que usa bastón, alegando que por la rampa no podía andar y que ella sí podía usar las escalera. Encima necesita una silla de ruedas que todavía no logro que el Pami le dé", contó una mujer que esperaba ser atendida en el Sanatorio.
Para mucha gente la atención al público no es una tarea fácil, menos si los clientes son ancianos que muchas veces necesitan una reconfirmación de las respuestas a sus preguntas. Se necesita mucha paciencia y compasión. Llegar a viejos no se le escapa a nadie, es como la muerte.
Más quejas por la quita de cobertura
Luego de que se implementara la polémica medida de quitarle el subsidio de la cobertura total de medicamentos a aquellos afiliados que perciban más de $8.500, o tengan una propiedad y un auto a su nombre; varios jubilados se comenzaron a quejar. Martha Martínez escribió una carta que llegó a los medios, en la que acusó de discriminatoria la medida y aseguró que deberá vender su auto sólo para seguir percibiendo el beneficio.
"Los jubilados estamos indignados, por las medidas del PAMI, porque son injustas, ofensivas y perjudiciales. Además, se burlan descaradamente de la gente humilde y de la clase trabajadora", escribió y continuó: "¿Y por qué lo digo? Porque los pobres jubilados, tenemos que andar en coches destartalados, o comprados por partes en los talleres de autos robados, cuanto más viejo y destartalado mejor. Nada de tener un auto de menos de diez años porque ya nos quitan todos los pocos beneficios que nos dan como una limosna, cuando en cambio los ganamos con nuestros trabajos".
"El Gobierno y PAMI, no toleran que los abuelos anden en autos de menos de diez años, en autos viejos y si son los autitos chocadores mejor. ¡Por favor, no discriminen! Ahora me veo obligada a vender mi auto que sólo utilizo para ir al médico, ¿Saben lo que es para mi edad ir al centro en colectivo? A veces ni siquiera nos dan el asiento, y mi esposo después de dos operaciones no puede manejar ni subir al colectivo. Por favor, Pami no te rías de los jubilados, no es justo y no merecemos este trato discriminatorio y de injusticia social", concluyó.
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